Parque Natural Bahía de Cádiz y La Breña

Antonio Gómez: «No hay otro sitio que tenga sol, playa, águilas, historia y ciudades»

La Bahía no aprecia el potencial de un espacio que ahora se pretende promocionar para demostrar que no es ningún freno para el desarrollo de las localidades

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Nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde. Una de esas frases socorridas que se utilizan dentro del conocimiento popular y que una persona dice varias veces a lo largo de su vida, sin llegar a interiorizarla para no tener que escucharla en alguna que otra ocasión. Y eso es precisamente lo que le pasa a la Bahía de Cádiz con su Parque Natural. Un espacio singular que apenas tiene reconocimiento entre los residentes que viven en su interior, que no se vende ni se presume cuando vienen visita ni se ve su potencial. Aunque ahora está cambiando y cada vez son más lo inversores que se fijan en él, sobre todos extranjeros, algo que sabe bien su director, Antonio Gómez.

¿Por qué se ha visto el Parque Natural como un freno al desarrollo?

–La percepción del parque es un poco dispar. Hay quien lo valora mucho y lo siente muy suyo, pero un porcentaje elevado de la población lo desconoce o ignora. No es lo mismo que la Sierra de Grazalema y los Alcornocales, que todo el mundo los conoce y los puede tener presente. Aquí en la Bahía de Cádiz el Parque Natural no es un espacio que se visualice. Quizás tenga que ver con una antigua percepción de conservación como blindar un lugar bajo una cúpula, pero ahora es distinto. Hoy lo sostenible no solo es tener presente lo verde sino vincularlo a lo económico y lo social. Conservar es poner en uso y no sacar a las personas sino implicarlas y eso es algo esencial en el caso de la Bahía.

Pero parece que no se saca rentabilidad a esta zona.

–Quizás sea el espacio más productivo de todos los parques naturales que existen. El problema es que se explota de forma desordenada. El Parque Natural es un nicho de empleo muy importante y compatible con mantenimiento de valores ambientales pero precisa de la implicación de las administraciones, de los propietarios y su entorno social. El marisqueo es un buen ejemplo, porque se basa en una economía de subsistencia. Aquí hay una importante presión marisquera y hemos llegado a contabilizar hasta 500 personas en un día, una barbaridad. pero vemos que el medio es capaz de soportarlo. Lo que hay que hacer es conseguir que se apueste por el sector y se profesionalice, darle una vía de comercialización blanca, visible y dignificar la actividad para que se revalorice el producto.

¿Y el pescado de estero?

–Tras caer hace unos años la acuicultura en el entorno, ha vuelto a resurgir con una oferta variada y tenemos muy buenos productos como langostinos, coquinas, camarones, muergos, cangrejos, pero además se aprovecha también algas y se busca recolectar salicornia, ortiguillas y una gran cantidad de especies que se han puesto en valor en la alta cocina. Si todo ello se vincula al Parque Natural como espacio protegido y con un certificado y marca propio, permitirá aumentar el prestigio y por lo tanto demanda y precio.

¿Y las aves?

–Las poblaciones de aves fueron las que inicialmente llevó a que se protegiera el espacio ya que hacen que internacionalmente tengamos la máxima categoría de importancia ornitológica y somos el segundo humedal de España, pero vas por la carretera y no le echas cuenta. Vienen de Alemania, de Noruega y Holanda. En muchos sitios hay sol y playa pero solo aquí hay eso y chorlitejos, charrancitos, espátulas, flamencos y águilas pescadoras. Hay mayor oferta pero la apuesta es más que nada extranjera.

¿Acaso no vemos la oportunidad?

–Hay promotores que ven la Bahía como un parque temático natural, histórico y cultural, porque a todo lo anterior se le suma sus casas salineras, sus fortificaciones constitucionales, su historia, la posibilidad de ir en barco, coger sal y aprovechar para acudir a un spa natural, llenarte de fango. Pero esto no es como Disney que viene una empresa y coge todo un espacio para lanzar su proyecto. Todo está atomizado. Muchos municipios, muchos propietarios y no se trata de que se rehabilite una casa salinera, se debe construir toda una oferta a su alrededor de equipamientos con sal, despesques, que tenga un museo. Mucha inversión.

¿Y el modelo de construir a pie de costa y marisma?

–Eso ya nadie lo considera y además es una locura. En otros países lo saben porque el cambio climático hará aumentar el nivel del mar y todo eso se perderá. Además la Bahía es de estudio internacional porque se estima que crecerán las grandes poblaciones que vivan intrincadas con espacios naturales y por eso se mira y se realizan investigaciones de su gestión.

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