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Consejos para evitar la aparición de la cistitis en verano

La ropa ajustada, los tejidos sintéticos en la ropa interior o el aseo íntimo con jabones inapropiados, pueden contribuir a que aparezca esta sintomatología

Persona con cistits - ABC

J.C

Comienza el verano, y con ello las esperadas vacaciones. La aparición de una infección de orina puede hacer que se alteren nuestros planes y ocasionarnos un mal recuerdo. Precisamente en la época estival aumenta significativamente su incidencia, especialmente en mujeres.

Por ello, el Dr. Gutiérrez, experto en urología del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, destaca la importancia de saber en qué consisten y de conocer las medidas que se pueden tomar para prevenir su aparición.

¿Qué es la cistitis?

Denominamos cititis a la inflamación de la vejiga , cuya causa más frecuente es la infección ocasionada por bacterias. A diferencia de lo que muchos creen, estas bacterias no llegan «desde fuera», como puede ser una piscina o tras orinar en un retrete, sino que habitan en la zona genital y perianal.

El microorganismo causante más frecuente es la «Escherichia Coli» , una bacteria de predominio intestinal que, de modo ascendente por la uretra, coloniza la vejiga y se adhiere a sus paredes, donde se multiplica y provoca la cistitis. Si la infección asciende hasta el riñón provocaría una pielonefritis.

Tras las infecciones respiratorias, son las infecciones extrahospitalarias más frecuentes, y hay que recordar que las infecciones del tracto urinario (ITU) no son enfermedades de transmisión sexual, ya que no se contagian de una persona a otra.

¿Cuáles son los síntomas de la infección de orina?

Podemos tener una infección de orina cuando, de repente, notamos los siguientes síntomas , denominados globalmente síndrome miccional:

-Sensación de ardor, escozor y/o dolor al orinar.

-Dolor o pesadez en la zona inferior del abdomen.

-Ganas muy frecuentes y repentinas de orinar.

-Sensación de no haber vaciado la vejiga completamente tras orinar.

-En algunas ocasiones, febrícula o sangrado durante la micción.

-Orina oscura, de aspecto turbio y maloliente.

¿La cistitis afecta más a las mujeres?

La uretra femenina es mucho con más corta que la del varón , lo cual facilita que las bacterias alcancen la vejiga desde el área genital-perineal. Por el mismo mecanismo, las relaciones sexuales facilitan en la mujer el desarrollo de infecciones urinarias. Es común que mujeres jóvenes, entre 20 y 40 años, padezcan algunas infecciones de orina a lo largo del año. Son las infecciones repetitivas las que precisan ser estudiadas por el urólogo.

Otras circunstancias, como la incontinencia urinaria o las alteraciones del suelo pélvico asociados en ocasiones a la caída de estrógenos tras la menopausia, facilitan el desarrollo de estas infecciones.

¿Por qué la cistitis es más frecuente en verano?

Algunos estudios demuestran que el verano es la época del año en la que se producen más infecciones urinarias.

El calor, el sudor y la humedad por los baños frecuentes, junto con un posible aumento de las relaciones sexuales, debilitan los mecanismos naturales de defensa y provocan cambios en la flora urogenital. Estos cambios alteran el equilibrio natural que existe entre las diferentes colonias bacterianas que están presentes de manera natural. Por ello, se facilita la proliferación y crecimiento de bacterias y hongos.

Otras circunstancias, como la ropa ajustada, los tejidos sintéticos en la ropa interior o el aseo íntimo con jabones inapropiados, pueden contribuir a que estos cambios se produzcan.

Además, al cambiar durante el verano nuestras costumbres cotidianas, en ocasiones se orina con menos regularidad y se retiene más tiempo la orina, lo cual contribuye a facilitar la infección.

Las altas temperaturas del verano ocasionan que nuestro organismo minimice la pérdida de agua generando menos orina. Por ello, al tener una orina más concentrada y con menos volumen , se disminuye el mecanismo natural de arrastre de gérmenes durante la micción.

¿Cómo se diagnostican y tratan las infecciones de orina?

Tras la aparición de los síntomas se recomienda consultar con el médico. En el ámbito de urgencias se suelen realizar analíticas rápidas de orina mediante tiras reactivas. Si el resultado en compatible con infección de orina, habitualmente se inician pautas cortas de tratamiento empírico por vía oral con antibióticos que se eliminan por la orina.

El Dr. Gutiérrez, experto en urología del Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz , asegura que lo deseable sería hacer siempre un sedimento urinario y un urocultivo antes de iniciar cualquier tratamiento, ya que, aunque el resultado puede tardar varios días, nos indica cual es el patógeno causante de la infección y el antibiótico más apropiado en ese caso. Mientras llega el resultado, se inicia el tratamiento antibiótico.

En la mayoría de los casos, estas pautas resuelven la infección, pero hay casos de infecciones complicadas, que cursan con fiebre, o cistitis de repetición, definidas por la presencia de 2 o más infecciones en seis meses o más de tres en un año. Ante estas situaciones, se recomienda la valoración por un especialista en urología, ya que son necesarios estudios de imagen y de laboratorio para descartar otras patologías subyacentes.

Cuando las infecciones urinarias están claramente ligadas a las relaciones sexuales, es posible iniciar una profilaxis mediante la administración de una dosis de antibiótico de manera postcoital.

Sustancias como los probióticos, la vitamina C, la D-manosa o la proantocianidina, presente en los arándanos, actúan como profilaxis y como coadyuvantes de los tratamientos antibióticos, aumentando así su eficacia.

Situaciones especiales

Si bien, como aseguran desde Viamed , hay situaciones especiales , como son los pacientes inmunodeprimidos, la diabetes, las enfermedades oncológicas y la enfermedad litiásica, entre otras, que pueden conllevar que las infecciones urinarias sean más severas. En estos casos y en las cistitis de repetición, es posible realizar tratamiento preventivo mediante vacunas orales frente a los uropatógenos presentes en la orina.

El ácido hialurónico, administrado periódicamente de manera intravesical, posee mucha eficacia en la reparación de la superficie de la vejiga tras la cistitis.

Las mujeres postmenopausicas se pueden beneficiar del tratamiento mediante óvulos vaginales con estrógenos de efecto local, como la prasterona, para corregir los signos y síntomas de la atrofia vulvovaginal.

Claves para prevenir la cistitis

Unas leves modificaciones en nuestros hábitos cotidianos pueden hacer que evitemos estos problemas:

1. Beber al menos entre dos y tres litros de líquidos al día.

2.Evitar el estreñimiento mediante una dieta rica en frutas y verduras.

3.Orinar con frecuencia, al menos cada dos o tres horas durante el día.

4. Orinar después de las relaciones sexuales .

5.No usar ropa muy ajustada y usar ropa interior transpirable de algodón.

6. Evita la humedad cambiando con frecuencia la ropa mojada.

7.Usar gel de pH neutro para lavar la zona genital, perineal y perianal y limpiar y secar la zona genital de delante hacia atrás.

8.Evitar las duchas vaginales y el abuso de tampones y diafragmas.

9.Usa antibióticos solo bajo prescripción médica y cumplir las pautas prescritas.

10. Consulta con el urólogo en caso de infecciones repetitivas o complicadas.

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