Streptococcus mutans
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SALUD BUCODENTAL

La composición de la flora microbiana de la boca condiciona el riesgo de caries

La concentración de ‘Streptococcus mutans’ es mucho mayor en los niños con caries severas de la primera infancia

MADRID Actualizado: Guardar
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Nuestra cavidad oral, tal y como sucede con el resto de nuestro cuerpo, está habitada por distintas especies de microorganismos. Una flora microbiana de la boca –o ‘microbioma oral’– cuya composición está condicionada por nuestra higiene bucodental, nuestro estilo de vida y nuestros hábitos alimentarios, caso por ejemplo del consumo, mayor o menor, de bebidas azucaradas. Un aspecto muy a tener en cuenta dado el papel que juega esta flora microbiana sobre nuestra salud, tanto general como bucodental. De hecho, como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Manitoba en Winnipeg (Canadá), la composición de nuestro microbioma oral se asocia, ya desde los primeros años de vida, con un mayor o menor riesgo de caries severas.

Como explica Robert Schroth, director de esta investigación presentada este viernes en el marco de la 45ª Reunión y Exposición Anual de la Asociación Americana para la Investigación Dental (AADR) que se está celebrando en Los Ángeles (EE.UU.), «los niños de nuestro estudio con caries severa de la primera infancia tenían una concentración significativamente mayor de microorganismos cariogénicos que aquellos que no tenían caries».

Más bacterias cariogénicas

El estudio tuvo por objetivo evaluar la posible relación entre las caries severas y el microbioma oral en niños. Y para ello, los analizaron las muestras de saliva y de la placa dental de 50 niños con caries severa de la primera infancia (30) o libres de caries (20) de la provincia canadiense de Manitoba que aún no habían cumplido los seis años de edad. Es más; los autores también analizaron la información aportada por los padres sobre la salud bucodental, los hábitos dietéticos y los datos demográficos de sus hijos, así como la composición del microbioma de los niños.

Los resultados constataron la ausencia de diferencias en la edad, el consumo de dulces o el sexo de los niños según tuvieran o no caries. Unos resultados que, asimismo, mostraron que los niños con caries severas no dejaron de usar el biberón hasta edades más tardías que aquellos libres de caries –hasta una edad promedio de 25,8 meses en el caso de los primeros y de 17,9 meses en el de los segundos–. Y lo que es más importante, que si bien las especies del microbioma oral eran similares en ambos grupos, no sucedía así con sus concentraciones.

El microbioma oral de los niños con caries severa tiene una concentración mucho mayor de microorganismos cariogénicos
Robert Schroth

Concretamente, los niños con caries severa de la primera infancia tenían niveles mucho mayores de ‘Streptococcus mutans’, bacteria que vive en la placa dental y causa caries. Y como consecuencia de ello, tenían una cantidad hasta tres veces menor de ‘Streptococcus sanguinis’ –microorganismo que compite con ‘S. mutans’ pero que no causa caries– y un nivel hasta tres veces menor de bacterias del género ‘Veillonella’ –microorganismos que habitan la mucosa oral y que dependen de ‘S. mutans’ a nivel metabólico.

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