Unos recaudadores de impuestos romanos escondieron 70.000 monedas de plata en Jersey
Unos recaudadores de impuestos romanos escondieron 70.000 monedas de plata en Jersey - ABC

Tres formas curiosas de evadir impuestos desde la época de las legiones romanas

Ya sea escondiéndolo bajo tierra, o cortándote la barba, la historia ha demostrado que es posible ahorrarte unas monedas en tus deudas con el estado desde hace siglos

Madrid Actualizado: Guardar
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Si algo han demostrado los « Papeles de Panamá» es que -ya sea ilegal, legal o alegal- son muchos los que apuestan por buscar todo tipo de métodos para lograr ahorrar unos euros a la hora de pagar los impuestos. Sin embargo, lo que muy pocos saben es que la evasión fiscal no ha sido creada en el siglo XX, sino que es tan antigua como las mismas legiones romanas. Así lo afirma, al menos, la versión digital del diario BBC, donde han recopilado las formas más curiosas de evadir dinero en los últimos siglos. Os dejamos las tres más llamativas.

1-Bajo tierra. No hay nada más antiguo que esconder las riquezas personales para evitar tener que compartirlas con el resto.

Según la cultura popular, ya lo hacían los piratas con sus tesoros y, antes que ellos, los mismos romanos. Así lo demuestra, en palabras de la cadena BBC, las más de 70.000 monedas de la época de las legiones halladas en junio del año 2012 en la isla de Jersey (actualmente de 100.000 habitantes).

Esta curiosa fortuna, según los expertos, fue inhumada en la Edad del Hierro por -presuntamente- recaudadores de impuestos a los que nos les hacía demasiada ilusión tener que llevar a sus superiores la gran cantidad de dinero con la que se habían hecho. No sabemos qué fue de ellos, pero lo que sí conocemos es que su estado de conservación era sumamente bueno y que, muy probablemente, provenían de Armorica (entre Bretaña y Normandía). Los objetos pesan 7 gramos cada uno y muestran a una deidad en el anverso.

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2-Cortándote el pelo. En 1698 se instauró en Rusia el denominado «impuesto de la barba». Creado presuntamente por Pedro I de Rusia, obligaba a los hombres que tuvieran vello facial en la cara a pagar 100 rublos al año.

Al parecer, el mandatario creía que llevar pelo en la cara era sinónimo de personas desaliñadas y que, por el contrario, había que apostar por afeitarse diariamente para ser pulcro, limpio y mucho más occidental. Aquellos, siempre según la BBC, que acreditaban el pago recibían una medalla en la que se señalaba que la barba era una carga inútil. Así pues, lo más sencillo era dejarse el rostro suave para ahorrarse unas monedas.

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3-Tapiar ventanas y evitar el papel pintado. Uno de los impuestos más curiosos que se aprobaron en Inglaterra fue el de «las ventanas» (en 1969). Al parecer, la lógica que se impuso por aquellos años es que las casas más grandes tenían más ventanas, por lo que se impuso la norma de que los recaudadores debían contarlas y, en base al número, calcular la tasa que debía ser abonada por los propietarios. Todo muy práctico... hasta que los afectados empezaron a tapiar los agujeros para ahorrar.

En el siglo XVIII sucedió algo parecido. Cuando se obligó a la población a pagar una tasa por poner papel pintado en sus casas, se limitaron a pegar papel sin color en las paredes y, posteriormente, darle una capa de pintura con su tono favorito. Y es que, como se suele decir, hecha la ley, hecha la trampa.

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