Keylor Navas, en el encuentro ante el Shakhtar
Keylor Navas, en el encuentro ante el Shakhtar - ignacio gil
Real Madrid

Keylor Navas, el Bernabéu tiene nuevo ídolo

Tras tres años de terremotos en la portería del Madrid, el guardameta costarricense pone fin a los debates y se gana el corazón de la hinchada

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Minuto 90 del Real Madrid-Shakhtar. 4-0 en el marcador y los ucranianos con un jugador menos durante la mayor parte de la segunda mitad. El partido hacía mucho tiempo que estaba como el tiempo: desapacible. Los blancos estaban debutando en Champions con una cómoda goleada y Cristiano Ronaldo continuaba engordando sus registros con un nuevo triplete, pero la afición no estaba del todo satisfecha, y no era por el encuentro «poco brillante» que habían realizado los de Benítez, como confesó el propio técnico madrileño. El Bernabéu tenía ganas de homenajear a uno de los suyos y la endeblez del rival no había permitido que así fuera. Pero el destino, siempre veleidoso, quiso que Keylor Navas recibiera su merecida ovación en el tiempo de prolongación.

Una carambola tras un inofensivo disparo de Teixeira desde la medialuna del área, envenenó la dirección de la pelota provocando un brinco de gacela de Navas para evitar el tanto del brasileño. El paradón del costarricense no tenía ninguna incidencia en el partido, pero era la mecha que buscaba el Bernabéu para dar paso a los fuegos artificiales: aplauso unánime y gritos de ¡Keylor, Keylor, Keylor! Sí, el madridismo tiene nuevo ídolo.

«Navas sabe la satisfacción que siento por él y eso es lo más importante, no si estuvo a un solo minuto de marcharse al Manchester United. Era y sigue siendo un portero sensacional», detalla Benítez. Para el madrileño, no hay debate en el marco blanco. Si Keylor mantiene el nivel mostrado en este inicio de temporada, Kiko Casilla no tendrá más remedio que conformarse con la Copa del Rey y con partidos de Champions intrascendentes. «Eres mi opción número uno», le repetía una y otra vez el técnico blanco durante toda la pretemporada, y así ha sido. Tanto antes como después del culebrón con De Gea, Benítez ha cumplido con su palabra y el portero «tico» le ha respondido con trabajo, buenas maneras y minutos de calidad.

Muy querido por la plantilla

El sentir de Rafa también es compartido por todo el vestuario. No hay un solo compañero que no ensalce su potencial y sus cualidades. De hecho, su presencia en el campo es una de las claves del cerrojo en el que ha convertido el Real Madrid su portería: 360 minutos imbatidos, récord histórico en los 113 años de existencia de la entidad de Concha Espina. Con Navas bajo el larguero el equipo ha ganado en seguridad y confianza, sensaciones que en los últimos años había dejado de transmitir la portería blanca.

Además, el costarricense es uno de los compañeros más queridos del vestuario. Su carácter afable y bonachón se ha ganado el corazón de jugadores y empleados del club. Sobre todo, los de James y Marcelo, sus dos grandes amigos y confidentes del vestuario blanco: «Es un grandísimo portero, tiene toda nuestra confianza y nos va ayudar mucho esta temporada», resalta el lateral brasileño.

El costarricense está viviendo una realidad que ya rondaba por su cabeza cuando era un crío: «Mi madre me dice que desde que tenía 8 años me hacía entrevistas solo diciendo: "Aquí estamos con Keylor Navas, portero del Madrid", y yo me respondía jugando dos papeles». Aquello era solo un sueño, como el de tantos otros niños, pero gracias a la estricta educación que recibió de sus padres y abuelos, inculcándole trabajo y fe en todo lo que hacía, ha logrado a sus 28 años poner fin a una absurda guerra civil en la portería del Madrid y ganarse el amor del Bernabéu. Palabras mayores.

Por cierto, ni Navas ni la parroquia blanca podrán disfrutar de Ramos ante el Granada por culpa de una luxación de grado II en su hombro izquierdo. Tampoco jugará ante los andaluces Bale, cuya lesión en el soleo puede dejarle fuera un mes. La única buena nueva será Varane, que solo tiene un golpe, y sí podrá jugar el sábado.

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