Cristiano, a cinco goles de la gloria

Cuando era pequeñito quería trinfar en el Bernabéu. Escuchaba a su padre, que hablaba del gran Real Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento. Luego, papá habló de Eusebio y el enorme Benfica campeón, sucesor de los blancos en Europa. Cristiano Ronaldo fichó a los 16 años por el Sporting de Lisboa, el eterno rival del Benfica. Y su meta fue fichar por los «brancos» (blancos). Los vio ganar tres Champions en 1998, 2000 y 2002. Poco después firmó por el Manchester United y pasó de ganar 1.500 euros al mes a cobrar un millón de euros.

Paulatinamente, se hizo un gran futbolista en el conjunto inglés. Y desde 2008, ya ganador del Balón de Oro con los diablos rojos, quiso fichar por el conjunto madrileño.

Así se lo dijo a Ferguson. Y Sir Alex aceptó el traspaso en 2009, con el retorno de Florentino Pérez al Real Madrid.

Desde entonces, Ronaldo quiso hacer historia en la entidad. Venía a frenar el reinado del Barcelona y a ganar la Champions. Lo consiguió. Ganó dos Copas a los azulgrana. Conquistó la Liga de los récords en 2012. Y levantó la Copa de Europa en 2014. Lo que nunca calculó es que anotaría 318 goles en 303 partidos con el Real Madrid a lo largo de seis años, a cinco del récord intemporal de Raúl, 323. Ayer marcó cinco en Cornellá.

Lo que nunca calibró es que al cabo de 203 jornadas de Liga firmaría 230 tantos en el campeonato español y superaría las cifras de Raúl, 228, y Di Stéfano, 227. Tras una primera campaña aceptable, lastrada por las lesiones, desde 2010 inició una racha rematadora que es la mejor de la historia.

Su promedio absoluto es estratosférico: 1.04 dianas por partido en los 318 tantos rubricados en 303 encuentros. y tiene 30 años. Espera superar los 400 en total. Y alcanzar los 300 en Liga. Dejar plusmarcas casi imposibles para la historia. Ser un referente eterno del club.