Íker Casillas, ante los medios de comunicación, durante su despedida del Real Madrid
Íker Casillas, ante los medios de comunicación, durante su despedida del Real Madrid - reuters

Tras despedirse solo ayer, Casillas y el Real Madrid planifican para hoy un nuevo adiós

El acto, previsto para la una de la tarde, contaría con la presencia de la afición y con los trofeos conquistados por el mítico guardameta

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El culebrón que mantiene los desemcuentros entre Íker Casillas y el Real Madrid parece no tener fin. Despúes de que el mítico guardameta blanco compareciese solo, tal y como él lo había pedido, en su acto de despedida, la noche volvió a deparar otra sorpresa: el adiós de Casillas tendrá una prórroga.

Anoche, club y futbolista planificaron un nuevo acto para olvidar la desangelada despedida que Íker decidió realizar ayer. Ante la pobre imagen dada ante los aficionados, la casa blanca y el jugador dialogaron y acordaron llevar a cabo hoy, a la una de la tarde, un acto de puertas abiertas en el Bernabéu para decir adiós al legendario guardameta que ya dirige su futuro profesional hacia Oporto.

Se prepara un acto en el que está previsto que estén presentes todos los trofeos ganados por el portero de Móstoles. Además se cuenta con la participación de los aficionados que podrían acudir al estadio para dar su adiós a quien tantas tarde de gloria les ha dado con la camiseta blanca.

Mejor tarde que nunca. Casillas y el Real Madrid han de tener altura de miras. Es necesario aparcar el antagonismo que les separa para rendir tributo a quien ha sido uno de los mejores estandartes del club blanco en los últimos años.

Las difíciles negociaciones de los últimos cuatro días consolidaron públicamente un antagonismo que quedó patente con la soledad deseada del futbolista en el estadio de sus sueños cumplidos: el Bernabéu. El club había ofrecido a Casillas llevar a cabo un acto público en el coliseo blanco con sus dieciocho trofeos, ante la afición, y discurso de apertura de Butragueño, discurso del presidente y discurso del mito. Se negó. Incluso se propuso que solo hubiera un discurso, el suyo. También lo rechazó. El jugador propugnó hacer una rueda de prensa en Valdebebas con la única presencia de sus compañeros. El retraso de las negociaciones y la animadversión que provocaron, con nuevos choques entre las partes, acabaron por destrozar un ambiente ya viciado. Anoche, el Real Madrid e Íker reconocieron que esto no podía quedar así. Y el cancerbero aprobó realizar hoy ese gran acto con todos los honores. Su carrera está por encima de las diferencias personales.

La situación sufrida con cuatro días de negociaciones muy tensas reflejó en realidad la discordia existente desde hace demasiados años. Hay que contar toda la verdad para conocer las causas de un distanciamiento que nació en 2004 cuando el cancerbero manifestó que él era «galáctico de Móstoles», respuesta irónica ante la consideración de galácticos de Beckham, Ronaldo Nazario de Lima, Zidane y Figo, fichados por Florentino Pérez, a quien no gustaba precisamente el apelativo, pues parecía que sus jugadores no tenían que luchar. El enfrentamiento se consolidó cuando, tras dimitir Florentino Pérez en 2006, el portero renovó con el Real Madrid de Ramón Calderón hasta 2017 y no quiso pagar su comisión a su representante, Ginés Carvajal, con quien rompió después, y no antes, su relación contractual. El apoderado demandó a Casillas. Y el guardameta (la sociedad de sus padres) denunció al Real Madrid en 2009, nada más regresar Florentino Pérez al cargo, para que la entidad pagara a Carvajal esa comisión.

El jugador retiró la demanda en 2010. El litigio se saldó en 2012, cuando Íker abonó el dinero al representante, a pesar de la negativa de sus padres, que después le devolvería el club. Pero las relaciones eran inexistentes.

Reflexión de todos

Ayer vivimos en el Bernabéu ese enfrentamiento con la soledad deseada del ya excapitán. Anoche, la reflexión de todos puede hacer cambiar esa imagen de antagonismo. Club y futbolista aceptaron protagonizar hoy una despedida acorde a la relevancia que la carrera del guardameta. El Real Madrid siempre quiso hacerlo. El jugador se negaba, por resentimiento. Anoche, todos decidieron altura de miras. Esperemos que se cumpla hoy.

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