Real Madrid

Las abruptas salidas de los capitanes del Real Madrid

El adiós de Casillas se une a los de Hierro, Raúl y Guti, que dejaron el equipo blanco de forma discreta

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Con Íker Casillas se marcha el último gran símbolo del madridismo de cuna, un jugador que escaló por las categorías inferiores hasta alcanzar el primer equipo y portar con orgullo el brazalete de capitán durante las últimas temporadas. El guardameta deja atrás 25 años como jugador blanco, pero en su despedida pesan más que ninguna otra cosa sus tres últimas temporadas: su relación con Mourinho, sus largas estancias en el banquillo, los pitos de la afición... Nada de eso sale en el homenaje que le brinda la web del Real Madrid. Tampoco su relación con el presidente, el mismo que le considera un mito del madridismo, pero que se ha empeñado en ficharle recambios cada dos por tres durante las últimas temporadas.

En realidad, la salida de Casillas sigue un camino parecido al que vivieron los últimos capitanes del equipo blanco, siempre bajo el mandato de Florentino. Ninguno de ellos, pese al deseo compartido de retirarse con la camiseta blanca, terminaron sus días como futbolistas en el club de sus amores, El caso más lejano es de 2003, con Jorge Valdano como director deportivo. El Real Madrid comunicaba a Fernando Hierro que no renovaría su contrato para la siguiente temporada. Lo hacía escasos días después de que el Real Madrid ganará la Liga ante el Athletic, y a la vez que Vicente del Bosque también enfilaba la puerta de salida. Hierro, que llegó al Madrid en 1989, se despedía por la puerta de atrás y tras una evidente tensión con la directiva blanca, a la que recriminó en los días previos la actitud con Del Bosque y el anuncio del fichaje de Beckham solo cinco días antes del partido decisivo. Hierro, que había llevado la voz cantante al explicar el malestar de la plantilla, llegó a amenazar con boicotear los actos de celebración del club, e incluso planteó no acudir a la Cibeles para celebrar el título con los aficionados. Su osadía le costó cara. Solo el año pasado, cuando Ancelotti le eligió para sustituir a Zidane, el malagueño pudo regresar al club como segundo entrenador, aunque fuera por unos pocos meses.

También Raúl, capitán eterno del equipo blanco, con 741 partidos disputados y 323 goles anotados, se marchó en 2010 al Schalke 04 alemán sin pena ni gloria, con un austero acto en el palco de honor del coliseo blanco. Su adiós se confirmó en julio de 2010, y no fue hasta agosto de 2013 cuando regresó al estadio de toda su vida para contar con un homenaje en condiciones, y donde se puso como excusa la disputa del Trofeo Bernabéu con el Al Saad qatarí.

El reproche de Guti

Ese mismo 2010, solo un día antes que Raúl, se marchó también Guti. El canterano dejaba atrás 14 años como jugador madridista y tampoco tuvo un acto emotivo. El genio rebelde dijo hasta luego en la sala de prensa del estadio, a la que se llevaron las copas ganadas por el jugador y donde se puso un vídeo con las mejores imágenes del futbolista durante su etapa en el club.

Pese al tiempo transcurrido desde su marcha, Guti aún no ha olvidado la poca efusividad que mostró el club en su adiós.Si Raúl, más diplomático, se dio por satisfecho con ese homenaje en diferido, el «14» no ha dudado en hacer patente su malestar en varias ocasiones, apuntando directamente a Florentino: «Me gustaría que el Madrid se acordara de mí para decirme que he estado catorce años, para darme las gracias por haber estado y para que por lo menos pudiera despedirme de la afición donde más quiero, que es en el Bernabéu. Habiéndolo dado todo por el Real Madrid, que no me hayan llamado molesta. Tiene que partir de ellos y si no ha partido ahora, después de tanto tiempo, seguro que con Florentino no va a ser».

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