Aumentan los controles en Utrera ante «la relajación del confinamiento por el coronavirus»

Desde el comienzo del estado de alarma que indica de manera clara la obligatoriedad para los ciudadanos de no abandonar su hogar, la ciudad de Utrera ha sido ejemplar a la hora de respetar todas las indicaciones. Un comportamiento que parece haberse relajado en los últimos días, coincidiendo con la llegada de la Semana Santa , ya que ha sido posible ver a muchas personas más en la calles que en otros días, tanto caminando como circulando en coche.

Por ello, el alcalde de Utrera, José María Villalobos (PSOE), ha querido tomar cartas en el asunto y ha lanzado un contundente mensaje para que los ciudadanos sigan cumpliendo las normas establecidas: «vamos a ser estrictos y duros, y si hace falta sancionar al máximo nivel, se hará». Hasta el momento la gran parte de la población utrerana ha cumplido a rajatabla todo lo relacionado con el confinamiento, lo que no quita que las fuerzas de orden público hayan impuesto más de 200 sanciones económicas a personas que estaban en las calles sin justificación alguna.

Villalobos ha explicado que «hasta la semana pasada vimos un compromiso importante por parte de los utreranos, pero ya se está contemplando a más gente de lo recomendado por las calles». Así, el primer edil utrerano ha explicado que en estos días van a aumentar los controles en las calles, a la misma vez que precisó como «está completamente prohibido que los ciudadanos se trasladen a segundas residencias», en relación a aquellas personas que hayan tenido la pretensión de ir a su casa de la playa o del campo aprovechando las fechas de Semana Santa.

Villalobos, ha explicado que «no nos podemos permitir una relajación de las medidas de confinamiento, porque la pandemia de coronavirus está medianamente contenida en Utrera gracias al compromiso de todos, y no podemos bajar al nivel». Por ello, en los últimos días ha sido posible ver como han aumentado en las calles del casco urbano de la ciudad los controles instalados por la Policía Local y la Guardia Civil para vigilar que se cumplan las normas.