SAN FERNANDO
Luz verde para la construcción de un acceso digno a La Carraca
PUENTE DE HIERRO
Las obras de ampliación y mejora del Puente de Hierro, que se mantiene tal como se construyó hace 90 años, suponen una noticia gratísima para los isleños y, sobre todo, para los trabajadores de Astilleros de San Fernando
El pasado jueves se aprobó en sesión plenaria del Ayuntamiento de San Fernando el documento denominado 'Expropiación de Terrenos Nuevo Acceso Rodado a la Base Naval de la Carraca y Astilleros de San Fernando'.
Un punto del pleno que podría pasar desapercibido entre los 24 apartados de los que constaba la orden del día, si no fuera porque supone un paso definitivo e irreversible para acometer, por fin, las obras de ampliación y mejora del acceso a la factoría isleña y a la Carraca por el puente de Hierro. Una actuación que fue adjudicada en febrero y que estaba pendiente de salvar este último escollo, poco baladí.
Por fin, porque los trabajadores de Astilleros de San Fernando llevaban reivindicando esta duplicación del acueducto que da acceso a las instalaciones de Navantia, anejas al Arsenal de La Carraca, desde principios de siglo XXI.
Y, por fin también, porque tras dos licitaciones fallidas, en 2020 y 2021, los isleños y trabajadores de la factoría no tendrán que soportar más los atascos ‒por el efecto cuello de botella‒ y la inseguridad que supone que la única entrada y salida de la misma sea un pequeño y vetusto puente de un solo carril para ambos sentidos. Algo tercermundista.
Así, una vez expropiados los terrenos necesarios ‒hasta 574 metros²‒ en torno al Club Náutico homónimo, podrá llevarse a cabo las actuaciones necesarias para la ampliación de la actual carretera de la Carraca, con paso estratégico por el Puente de Hierro, cuyo proyecto discurre por terrenos afectos al Ministerio de Defensa y a ADIF principalmente.
Mas antes de entrar en los detalles de la construcción del nuevo puente, es conveniente hacer memoria de la historia del viejo acueducto de hierro, que junto con el Puente Suazo supone uno de los principales lazos históricos que, salvando los laberínticos escollos marismeños y salineros, atan a La Isla de León al continente, a tierra firme.
Un puente para trenes y submarinos digno de estudio
En 1931, coincidiendo con la venida de la II República española, se inauguró el Puente de Hierro o de Sancti Petri porque salvaba y salva el caño homónimo. Es digno de figurarse la importancia del segundo viaducto construido en San Fernando porque no solo conectaba a La Isla por tierra con el continente, sino a la capital gaditana que, sin el Puente Carranza, dependía de la lengua de tierra que ligaba la ciudad al municipio vecino.
Así, por el Centro de Estudio Históricos de Urbanismo y Obras Públicas, sabemos que en 1925 el ingeniero José Eugenio Ribera con su empresa Hidrocivil ganaron el concurso de anteproyectos para la construcción del puente de Sancti-Petri, que se ideó para que la línea férrea de Sevilla a Cádiz salvara el caño.
Al año siguiente se elaboró el proyecto definitivo del puente sobre el caño de Sancti Petri, en la carretera de San Carlos al Arsenal de la Carraca, en el que se introdujeron varias modificaciones, entre ellas el sistema de cimentación.
El resultado fue un puente metálico ‒de celosía de hierro‒ de 144 metros de longitud, dividido en tres tramos de 48 m de largo y 8 m de ancho ‒con el tiempo se ensancharía hasta más de 13 metros‒, con sus correspondientes pilas y estribos de hormigón armado. El tramo central se diseñó para que fuera móvil para el paso de submarinos, pero finalmente se construyó fijo.
Otro ingeniero, Eduardo Torroja, intervino proyectando el sistema de cimentación de las pilas. Cada una de estas estaba formada por un macizo de hormigón ciclópeo ligeramente armado de 2,70 m., en el sentido longitudinal del puente y 7 m. en el transversal, que se apoyaba sobre el macizo de cimentación constituido por un cilindro de 7 m. de diámetro.
El cilindro llevaba en su interior una cámara para el aíre comprimido ensanchando así la base de la cimentación a un cilindro de 7,50 m. y bajando a una profundidad de 20 metros. El interior del cajón de cimentación era lo que se conoce como un «hiperboloide de revolución».
Resumiendo, un sistema innovador de cajón flotante, que hizo que fuese caso de estudio en muchas universidades de ingeniería.
4.1 millones de euros y 16 meses de obras
Una vez dada luz verde a la mencionada expropiación, el camino está expedito para iniciar esta actuación que ejecutará Navantia, que adjudicó las obras a la empresa Fonsan Gestión y Construcción SL., por un montante total de 4,1 millones y un plazo de 16 meses para la finalización del proyecto.
Dicho proyecto, que tomó forma gracias al empuje del contrato de las corbetas de Arabia Saudí con Navantia, supone la edificación de una nueva estructura para el tráfico rodado ‒la duplicación del tablero del puente‒ que discurrirá paralela al actual Puente de Hierro, así como la construcción, a ambos lados del caño, de la ampliación y adecuación de los viales que darán continuidad al acceso.
También incluye la conexión y adecuación de un nuevo carril bici, encuadrado dentro de una vía verde, que discurrirá por el nuevo puente de ADIF. Además, esta actuación facilitará el doble sentido de la circulación en la calle San Juan Nepomuceno.
Se contempla también la eliminación del paso alterno por sentidos en el Puente de Hierro, de modo que, tras las obras, en dicho puente se circule por un único sentido ‒desde San Fernando hacia La Carraca‒, mientras que para circular por el sentido contrario se utilice el nuevo acceso. Súmese a ello que en la parte final del trazado se planea canalizar el acceso a La Carraca, Navantia y el Club Náutico mediante la construcción de una glorieta.
