Provincia de Cádiz

Los hosteleros gaditanos se preparan para un verano marcado por la sequía

Los empresarios del sector reconocen que la situación es «preocupante» y muchos de ellos empiezan a actuar para afrontar el periodo estival de la mejor forma posible

2023: el año más cálido y el quinto más seco para los andaluces desde 1961

Dos camareros preparan las sillas de un bar L. V.
Jesús Mejías

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El turismo es uno de los motores económicos de la provincia de Cádiz. En el pasado año 2023 se batieron todos los récords con hasta 2,9 millones de turistas en los hoteles gaditanos y más de 8,2 millones de noches de alojamiento en este tipo de establecimiento. A nivel cuantitativo, el año 2023 fue el mejor para el turismo de la provincia gaditana, con un incremento del 8% en relación al año 2022 del número de visitantes en establecimientos hoteleros y con un aumento del 7% en cuanto a las pernoctaciones. En total, el dato de visitantes alcanzó los 5,8 millones teniendo en cuenta al resto de alojamientos como albergues, campings, casas rurales o apartamentos turísticos.

A pesar de estos datos tan positivos, los hosteleros gaditanos se muestran preocupados por la falta de lluvias y la agravante sequía que podría tener consecuencias drásticas en el servicio que dan a los turistas. La situación en la provincia de Cádiz en particular y en Andalucía en general es bastante delicada a pesar de las lluvias de estos últimos días, lluvias intensas, pero que deberían prolongarse más aún en el tiempo para que los embalses se parezcan a lo que fueron en el pasado. Los embalses gaditanos se encuentran al 16,25% de su capacidad total, una cifra altamente preocupante, aunque ha crecido un punto en una semana. Las lluvias de diciembre y enero no han sido lo suficiente abundantes y muchos hosteleros empiezan a admitir que en verano habrá cortes de agua que podrá afectarles.

La Junta de Andalucía presentaba recientemente el IV Decreto de Sequía por el que se adoptaban medidas urgentes, administrativas y fiscales de apoyo al agricultores, uno de los sectores más afectados. No obstante, la administración andaluza tiene previsto en los próximos meses seguir anunciando una serie de ayudas para paliar las consecuencias de la sequía, y que podría tener a los hosteleros como beneficiados. Cabe destacar que desde la Junta llevan varios meses exigiendo a los ayuntamientos un recorte en el consumo de agua que sea del 20%, aunque como reconocía el presidente de Aguas de Cádiz y Delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz, José Manuel Cossi, es previsible que esa cantidad del 20% se incremente. Algunos ayuntamientos, como el de San Fernando han anunciado que penalizarán a aquellas personas que no ejerzan un consumo responsable, y la gran mayoría de ayuntamientos ya han tomados medidas como el vaciado de las fuentes o la reducción de la presión del agua y otros como Barbate ya han llegado a confirmar que no contarán con servicio de ducha en verano.

Los hosteleros, preocupados

Andalucía lleva años sufriendo una sequía que puede tener sus momentos más críticos en el presente año 2024 y que puede afectar a todos los estamentos sociales. Más de cinco millones de andaluces padecen algún tipo de restricción vinculada al agua, y los próximos meses, sobre todo el verano, si la situación no mejora, serán los más graves. Una sequía y unas restricciones que también afectarán al turismo, un sector que tendrá que sacarse prácticamente un as de debajo de la manga para combatir y superar todas las restricciones que se planteen en las próximas semanas y meses con el fin de dar el mismo servicio de alta calidad a los clientes.

Otra de las comunidades autónomas afectadas por la falta de lluvia es Cataluña, una región en la que muchos hosteleros han comenzado a tomar medidas por su cuenta como sustituir las bañeras por duchas o incluso rellenar las piscinas con agua salada procedente del mar. En territorios como Andalucía, la Comunidad Valenciana o Cataluña, la temporada arranca prácticamente con la Semana Santa hasta finales de septiembre, y uno de sus principales temores es que se instale el miedo en los turistas y que opten por no viajar por esas hipotéticas y futuribles restricciones.

La palabra más repetida entre los hosteleros gaditanos es «preocupación», un temor instalado y comprensible, ya que nadie sabe que tipo de medidas y restricciones se tendrán que tomar en el futuro.

Antonio de María, presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Cádiz (Horeca), reconoce que el sentimiento en el sector es de «preocupación», aunque «aún quedan cuatro meses meses por delante».

Recuerda que «nosotros ya vivimos la gran sequía del año 1993 en la que traíamos barcos con agua desde Huelva» y de aquellos días que prácticamente se recuerdan en blanco y negro apunta a que «sobre todo era la incomodidad que abrir el grifo y que no hubieses agua». A pesar de las medidas tomadas hace más de treinta años, «se puede trabajar sin problemas» con la única excepción «de aquellas máquinas de café antiguas».

Por aquel entonces «los hosteleros hacíamos acopio de agua para el fregado y para el uso del día a día». A pesar de las noticias sobre posibles cortes de agua, el presidente de la patronal de hosteleros confía en que «sabiendo los horarios en los que hay agua y cuando estarán los cortes, uno se intenta adaptar para poder ducharse, para cocinar...», por lo que «los hosteleros tendremos que hacer lo mismo y adaptarnos».

Desde Horeca difundieron semanas atrás una serie de medidas para que los hosteleros hicieran un buen uso del agua. Algunas de estas cuestiones eran «Los lavavajillas, nunca se deben poner en marcha hasta que no estén complemente lleno y tampoco se debe enjuagar previamente la vajilla, cristalería o cubertería porque ya vienen preparadas las máquinas, de manera que no es necesario esa operación» o «adaptar los grifos aireadores de manera que se instale aire en el chorro de agua».

Muchos de los hosteleros han comenzado a actuar por su cuenta. Es el caso de Suites Cortijo Fontanilla, en Conil. Su gerente, Juan Cristóbal von Knobloch, afirma que «estamos preocupados, y el que diga que no está preocupado por la sequía no es ni gaditano ni andaluz, porque es una cuestión que afecta a todo el mundo».

«Nosotros -los hosteleros- estamos obligados por ley a tener una reserva de dos días y de 200 litros por día por cada persona que esté alojada en el hotel, y estamos multiplicando estas reservas por dos o por tres», señala. Además, «para una empresa agrícola que tenemos hemos comprado una cuba para agua», pero volviendo de nuevo al tema de la hostelería afirma que «ahora mismo estamos con unas obras para poder reconvertir las aguas grises para el riego de nuestros jardines que son uno de nuestros reclamos».

Estas actuaciones permitirán al complejo hotelero tener «un riego por goteo enterrado» con el que «optimizaremos el riego y nos ayudará a ahorrar entre un 40% y un 50% del agua».

Aún así, señala que «nos piden que hagamos una inversión, pero sin ningún de ayudas, y esto no nos va a generar ningún tipo de beneficio tangible», por lo que «lo ideal sería tener algún tipo de ayudas».

Conil es uno de los principales atractivos turísticos de la provincia de Cádiz para los turistas, tanto nacionales como internacionales, así como lo es también Chiclana. Vittorio Canu es el presidente de los hosteleros de la ciudad, quien también habla de una «situación preocupante».

Hace mención «a la sequía que vivimos en los años noventa y que duró tres veranos», pero con una diferencia notoria, «ahora tenemos mucha mayor población y el número de turistas es bastante mayor».

Una de las medidas previstas, o que todo el mundo tiene en mente es la de los cortes de agua, que «imagínate en una bulla cuando tengamos que fregar los vasos, platos y cubiertos y que abras el grifo y que no haya agua».

«Estamos convencidos de que en verano habrá cortes de agua porque dicen que tendría que llover durante un mes las 24 horas del día para que la situación mejorase» y las previsiones a corto y medio plazo no son para nada positivas ni esperanzadoras.

Al hándicap de la sequía «hay que añadir el problema de la falta de personal», porque «se va a tener que contratar a gente solo para que friegue platos y vasos si no se ha podido hacer en el turno anterior por la falta de agua».

«Imagina que durante un turno no se pueden fregar vasos o platos, y los trabajadores hacen sus ocho horas, pues se va a tener que contratar a gente para que vaya a primera hora o luego solo para fregar», apunta el presidente de los hosteleros de Chiclana, pero con el problema de que «si ya nos cuesta encontrar trabajadores, con esta situación más aún».

Relata que «desde hace años tomamos nuestras medidas como instalar cisternas de ahorro, meter una botella de agua en la cisterna... nos hemos ido educando en el ahorro de agua, a tener garrafas de agua para un momento determinado», y siempre actuando de la manera que permita optimizar al máximo el consumo de agua como «usar solo el lavavajillas cuando esté lleno o enjuagar el vaso o el plato solo una vez y que luego el lavavajillas lo termine de lavar».

Los hosteleros se reúnen de manera regular y proponen ideas de cara al futuro, algunas impensables años atrás como el uso de «vasos de plástico o de un solo uso».

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