MasterChef

'MasterChef' rompe su pareja con la fría despedida de Ofelia a José

El cardiólogo murciano, que entró en el programa tras luchar contra el coronavirus, lo abandona a las puertas de las semifinales

Quién ganó 'MasterChef'

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Ofelia abraza a José, eliminado en la gala de anoche RTVE

R. Ventureira

«La pareja que nunca llegó a ser pareja», definió Pepe Rodríguez a la (no) formada por la compostelana Ofelia y el médico murciano José . Cuando éste llegó a 'MasterChef' , a la gallega se le paró el corazón. Parecía que el suyo iba a ser el noviazgo de la edición. Hubo de hecho aproximaciones. La cosa avanzó razonablemente bien durante varias semanas, pero al final se quebró. El cardiólogo explicó anoche que perdió interés porque, durante la convivencia, vio a la gallega excesivamente centrada en la cocina. El reproche es un tanto extraño, pues se supone que 'MasterChef' no es 'La isla de las tentaciones' , es decir, que la idea es reunirse para ligar salsas, no para ligar a secas.

Lo que ocurra en el futuro entre los dos, si es que ocurre algo, ya será fuera de los focos. Porque el médico fue expulsado anoche. José entró en la gala siete y se ha ido en la doce. Atrás queda un plato espectacular –el que le valió el billete de acceso– y un amor a menos de medio hacer, que quiso ser cocinado a fuego rápido y salió mal. Quedaron en verse fuera, así que Cupido puede no haber gastado todas las flechas.

Los que ya están repartidos son los billetes para semifinales. Son cinco y los tienen María , Meri , Fran –que conserva el pin de la inmunidad–, Arnau y Ofelia .

La familia, en los fogones

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Los familiares de los aspirantes se pasaron por las cocinas de ' MasterChef' en la primera prueba. Y allí se quedaron: no pudieron cocinar, pero sí aconsejar. El reto consistía en evocar platos de su infancia, pero con lenguaje de vanguardia. Tras casi tres meses sin ver a sus seres más cercanos, las emociones se desataron. Javier , finalista de la octava edición de 'MasterChef Junior' , también apareció por los fogones.

A María (Tomelloso, 27) le tocó recrear un arroz con pollo y calamares que hacía su abuela y, ahora, su padre. Meri (Barcelona, 24) tuvo que cocinar un guiso de albóndigas con tomate que llevaba la firma de su abuela. José (Murcia, 34 años) también elaboró unas albóndigas, en este caso en caldo. Fran (Cuenca, 29) se enfrentó a una judías blancas con chorizo. A Ofelia (Santiago de Compostela, 29 años) le plantaron los san jacobos con patatas que le ponían en el internado. Las patatas hervidas con butifarra de la abuela de Arnau (Barcelona, 32) fueron la última propuesta evocativa.

Arnau hizo lo que se había pedido: modernizar el plato, aunque quemó el jamón por el camino. Ofelia se pasó con el pimentón, pero hizo un plato tan rico como moderno. A Meri le faltó sazón y la carne le quedó poco jugosa. José fue tradicional cuando se le pidió vanguardia, y no le bastó que estuviese rico, que lo estaba. María bordó su actualización de la paella, pero solo fue segunda en la prueba, pues fue superada por la maravillosa deconstrucción de la fabada que hizo Fran .

Fran, su mujer y su hijo Cayetano RTVE

Prueba de exteriores

En la prueba de exteriores, los aspirantes viajaron a la Comarca de La Garrotxa , en Girona. Fueron recibidos por Fina Puigdevall , quien hace treinta años convirtió la masía donde nació en el restaurante Les Cols , un espacio donde saborear a la par comida y naturaleza. Dos estrellas Michelin avalan su apuesta.

Cada equipo tuvo que elaborar dos platos. En juego estaba un jugoso premio: los ganadores se convertirían automáticamente en semifinalistas de 'MasterChef 9' .

Un huevo fresco acompañado de productos de la huerta, que le daban colorido, fue el entrante, con el que tuvo que lidiar Ofelia . El pato con peras (segundo) correspondió a José . Arnau se encargó de la parte técnica de estos dos platos. Estos tres aspirantes formaron el equipo azul.

Las milhojas de trucha de río y jamón de bellota (primero) las tuvo que cocinar Meri . María se encargó de elaborar una zanahoria presentada en seis texturas diferentes (postre). En esta escuadra, la ataviada con el delantal rojo, fue Fran el que asumió el rol más técnico.

En la cocina de Les Cols , los aspirantes trabajaron a las órdenes de sus jefes de partida, como lo harían si estuviesen a sueldo en el restaurante. El truco es que solo recibieron ese apoyo al principio. De repente, los profesionales se marcharon y solo quedaron los aspirantes. Fue toda una sorpresa, y muy desagradable, para los concursantes.

Empezó entonces en el caos en el equipo azul. De entrada, Ofelia se picó con José mientras que Arnau –que asumió con naturalidad el rol de capitán– intentó aplacar los ánimos. Después, la gallega se puso a llorar de impotencia, pues en lugar de preguntar al chef cómo se hacía el huevo de colores prefirió interesarse por su estado civil (era soltero, por cierto). Por ello no se enteró que había que meter los huevos en el horno de vapor. Para colmo, se retrasó a la hora de hacer el pan.

Este primer reto profesional en una cocina fue mucho mejor resuelto por el equipo rojo, más cohesionado y con las recetas más claras.

Ambas escuadras colisionaron por un horno. Ofelia tenía sus ya famosos huevos a hacer a 65 grados, y las truchas del equipo rojo necesitaban cocinarse a 86, recalcó la jefa de cocina. Meri intuía que la gallega no le iba a dejar ni acercarse, y habló de baja temperatura. «¡Cuando una jefa de cocina te dice que son 86, son 86!», abroncó, como casi nunca, Samantha Vallejo-Nágera .

Como temía la catalana, la gallega no dejó que abriesen la puerta del electrodoméstico. Samantha le recordó que el horno ya tendría que estar liberado a esas alturas si lo hubiese hecho bien. No obstante, al final se encontró una solución: otro horno del restaurante.

Al poco, los jefes de partida regresaron para encauzar los platos. Se salvó así el servicio, si bien empezó con retraso por los huevos de marras, que, pese a su lamentable presentación, se podían comer. Bastante se hizo, dado el caos sembrado por Ofelia : «Eres un gran vendedor, pero te han dejado vendido», le dijo Jordi Cruz a Arnau , el gran damnificado por la actitud de la gallega y la abulia de José, que se centró en su pato, se desentendió del lío de los huevos y no hizo equipo.

Estaba cantado el desenlace. Ganó el equipo rojo, con lo que María –que bordó el postre de zanahoria, añadiendo incluso una textura más de las de la receta original–, Meri y Fran se convirtieron en los primeros semifinalistas de la novena edición.

María, Meri y Fran, primeros semifinalistas de la edición RTVE

Prueba de eliminación

Reproducir una taza de capuccino siguiendo los consejos de Jordi Bordas , primer español campeón del mundo de pastelería. En eso consistió la prueba de eliminación. La tarea fue mayúscula. Hasta siete elaboraciones requería el postre de marras. A saber: un bizcocho de café, una ganache montada de chocolate, un crujiente de café, una mousse ligera de chocolate negro, una mousse de chocolate blanco y vainilla, una cobertura de chocolate blanco y un gelificado ligero de café. Bordas y la actriz Maribel Verdú se pasaron por las cocinas para animar a los aspirantes en este decisivo reto.

Arnau y Ofelia parecían los caballitos ganadores de la prueba, por su mayor ritmo. Hubo después un momento en el que parecía que José , lento pero seguro, les iba a ganar la partida: fue cuando los postres del catalán y la gallega se iban a quebrar. La propia Ofelia a punto estuvo de quebrarse ella misma: casi se desmaya de la tensión y tuvo que hacer un parón.

Llegó la hora de la verdad. A Ofelia el plato le quedó tremendamente amargo y con una estética fea. «Qué maravilla», elogiaron los chefs la propuesta de Arnau . Quedaba el cardiólogo José , a quien no le tiembla el pulso como a Ofelia , pues se lo toma todo con calma: la taza le quedó sin acabar, poco estética y, además, le faltaron elaboraciones.

Arnau subió a la galería, con el billete para la semifinal en la mano. El asunto quedó entre Ofelia y José , «la pareja que nunca llegó a ser pareja». «Hombres hay muchos y 'MasterChef' hay uno», reflexionó la gallega una vez convertida en semifinalista, que entre el tren de amor y el de la alta cocina parece haber elegido este último.

Con una sonrisa se marchó el cardiólogo, que se sumó al grupo con el programa avanzado, ya que no lo pudo hacer antes porque estaba luchando contra el coronavirus. Ese fue su gran triunfo del 2021. Quedarse a las puertas de ser semifinalista de 'MasterChef' ha sido el segundo.

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