'MasterChef Celebrity': «Se puede ser feliz en televisión»... y sobrevivir a Verónica Forqué

Miki Nadal y Juanma Castaño hablan de su histórico triunfo y de lo justo que fue que compartieran el primer premio

Miki Nadal (izquierda) y Juanma Castaño, agarrados al primer trofeo compartido de 'MasterChef' RTVE | Vídeo: EP
Federico Marín Bellón

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Apenas siete horas después de la emisión de la primera victoria compartida en la historia de 'MasterChef Celebrity' , Juanma Castaño y Miki Nadal comentan con un pequeño grupo de periodistas su triunfo en el concurso culinario... y explican cómo se las arreglaron para sobrevivir a Verónica Forqué . Estamos en un hotel de Madrid, muy cerca de DiverXo, donde el segundo se forjó en la alta cocina con ayuda del chef Dabiz Muñoz . La final del programa de Shine Iberia para RTVE fue emocionante y divertida, y enganchó en La 1 a 2,6 millones de espectadores ( 24,4% de cuota de pantalla), récord de la temporada.

Los dos duelistas están contentos y relajados y siguen formando un dúo cómico estupendo. Castaño dice que le gustaría tener «un gatito» al lado, para acariciarlo. Ambos reviven el momento del sorprendente veredicto: «En las imágenes se ve que yo me separo de Juanma para aplaudir y en ese momento digo: ¡Que me han dicho a mí también! Y con esa misma apertura de brazos le doy un abrazo». «La verdad es que yo estaba sorprendido y como en ese momento te supera todo», añade Castaño, «dices: ¿habrá sido verdad lo que hemos oído?, ¿nos están gastando una broma? , ¿esto va en serio? Y era en serio. Pero quiero decir que cinco minutos antes de que pasara, Miki ya me dijo: 'O ganas tú o ganamos los dos. Ya verás' . Y acertó, una vez más. Lo acertó todo en el programa. Flipé.»

Juanma Castaño (Gijón, 1977) insiste en que la solución fue mejor que si hubiera ganado él, como ya comentó en el programa: «Yo nunca había empatado, generalmente había perdido siempre y creo que fue una decisión superjusta . Lo digo en serio. Además, yo llevaba la gran baza del postre. Pensé: aquí remato al que esté delante, con la manzana. Pero Miki hizo un postre espectacular. Lo probé un poco cuando acabamos el cocinado y estaba buenísimo. Así que cuando acabé, dije: lo tienen difícil. Te juro que pensé que el jurado lo tenía muy complicado» .

«Para nosotros un empate es una victoria», añade Miki Nadal (Zaragoza, 1967). «Juanma me lo dijo al momento: estoy más feliz de haber ganado los dos que si hubiera ganado yo solo. Pues tienes toda la razón. Como dicen en Navidad, fue un premio muy repartido».

Ambos concursantes también insisten en que cuando entraron en el programa no se veían capaces de hacer unas elaboraciones tan sofisticadas: «Si me lo dicen el último día a primera hora tampoco me lo creo», asegura Castaño. «Pero te van pasando cosas y esto es como una lavadora, no puedes salir . Te dicen: hay que hacer esto y lo otro. No sé hacerlo. Pues aprendes. No me da tiempo. Te pones las pilas. En realidad, 'MasterChef' es ir adaptándote día a día a todo lo que te exigen. Y en la final pasa un poco lo mismo. Preparas un menú, tú dices que es imposible hacerlo en dos horas y en realidad es hacer cada elaboración, paso a paso».

Platos imposibles de hacer

«Yo veía los platos y todas las elaboraciones y pensaba: esto es imposible de hacer, no puedo ganar nunca el concurso. Pero luego, viendo al resto de concursantes», añade Nadal entre risas, «piensas que alguna posibilidad sí tienes, no porque yo fuera mejor que los demás, sino porque todos teníamos el mismo nivel».

Ambos se llevan además grandes enseñanzas: «Que se puede ser feliz en la tele, fíjate que es complicado», responde Miki Nadal, que al igual que su compañero no es nuevo en esto de salir ante las cámaras. «Las grabaciones empezaban los lunes y yo recuerdo que me iba el fin de semana y, a pesar del cansancio, porque exige mucho, estaba deseando llegar el lunes para disfrutarlo . Porque me lo pasaba bien, me encontraba con Juanma y con el resto de los compañeros, viajando... La verdad es que lo he disfrutado muchísimo. He sido feliz». El cómico ahonda un poco más en esta sensación: «La mayoría de mis programas son de humor, pero en el fondo no deja de ser un trabajo, que es hacer reír y que los demás se lo pasen bien . No es una consecuencia de tu estado de ánimo, sino de tu profesión. Y en este programa, el estado de ánimo, de estar feliz y de intentar contagiar la alegría, ya venía de casa».

«Yo he aprendido a romper un poco con los prejuicios«, replica Castaño. «Tú tienes una idea de Verónica Forqué , de Victoria Abril , de Bustamante ... y de repente te das cuenta de que sí, son artistas, pero también son personas que tienen los mismos problemas que tú, las mismas inseguridades, los mismos nervios. Mola conocer de verdad a la gente. Fundamentalmente me pasó con Miki. Tenía prejuicios y a los cinco minutos me caía genial».

El efecto Verónica Forqué

El caso de Verónica Forqué fue distinto. ¿Cómo fue sobrevivirla? «Era imposible», confiesa el humorista. «Nos dimos cuenta al segundo programa. En la segunda prueba de exteriores ya dije: me lo voy a tomar de otra manera. Y me hizo cambiar el chip y tomármelo como un entretenimiento. Cada cocinado con Verónica para mí era una fiesta. Yo me lo pasaba muy bien, porque veía a compañeros que no entendían cómo afrontar la situación y eso me hacía bastante más gracia».

«Yo lo llevé bastante bien, hasta cierto punto», admite Juanma Castaño. Hubo algún momento en el que te supera, pero luego en realidad no es paciencia. Ella es adorable . O sea, da gusto estar con ella, viajar con ella, comer con ella. Es cariñosa, tiene un corazón enorme, es una tía muy interesante. Lo que pasa es que pierde los papeles cuando se pone a cocinar en exteriores, pero como no va a tener que cocinar más en su vida en exteriores, la sociedad puede estar tranquila , porque solo le pasa cuando cocina en exteriores para 200 personas». «No la van a contratar de cocinera en un colegio», añade Nadal entre risas.

Menú futbolero

Sobre la decisión del menú final, Castaño aclara: «Quizá porque durante el programa no tuve nada de sensibilidad con nadie, quise que pensaran que también quiero a mi familia, porque prácticamente ni los nombré. Entonces tienes que construir el menú con algo que haya sido importante para ti. Se me pasó por la cabeza hacer algo sobre el Mundial de Fútbol o la radio. Y ganó la familia. Era un poco el homenaje para todos ellos». Nadal cuenta un poco más sobre las interioridades del concurso: «En el programa te orientan y te dicen que el menú final consiste en hacer un menú especial y elaborado con muchas técnicas, pero que tenga también un relato, una historia. Y tiras de lo más cercano».

En ese punto, hablan de Carmen , la hija de Nadal, y de la novia de Juanma, que no pierde la ocasión de hacer un nuevo chiste: «Son muy parecidas las dos». «No nos olvidemos de la madre de Juanma», comenta Miki, que ya sabía que su hija «iba a estar muy bien, aunque tenía muchas ganas de verla en televisión, porque allí solo estás pendiente de cocinar». «Se me cae la baba. Como decía un amigo mío: 'Lo único que has hecho que se pueda comer en esta edición es tu hija'».

Castaño confiesa que le sorprendió la baza infantil: «Yo pensé que llevar la baza del amor era importante, y cuando vi a este capullo que llevaba a una niña tan adorable y lo vi entrar vestido con el batín de boxeador, pensé: no hemos empezado todavía y ya me está ganando 2-0. La verdad es que ese día hubo un ambiente sensacional en plató. Nadie discutió, Bustamante cantó lo justo...».

Como expertos en el medio, ¿temían pasarse de rosca con las emociones? «Cuando las emociones salen, son verdad», responde Nadal. «No es que las estés fabricado o provocando. Y cuando en la televisión hay verdad, el resultado es que la gente se queda enamorada ». «Está bien que la gente haya visto que todos nos hemos divertido mucho y que en la última prueba hemos sacado un poco todo el esfuerzo de dentro y lo que teníamos acumulado», añade Castaño.

Nueva vida como cocineros

«A mí no me exigen cocinar», desvela Miki Nadal, «lo que sí me exigen es probar. Me he convertido en el catador oficial. Cocinar lo haré, sobre todo en Navidad». «Es muy típico», coincide su compañero. «Ya iremos a tu casa y probaremos algo», te dice todo mundo. Es verdad que ahora tienes un poco la presión en cualquier celebración».

¿Veían los programas? Ambos lo han visto todo. «Yo me lo he pasado muy bien», asegura Nadal. «Y yo no suelo verme a mí porque no me gusta, porque me canso y me aburro, ya lo he visto. Sin embargo, aquí me he reído incluso conmigo y me he reído mucho con Juanma porque ha estado muy divertido, como los otros concursantes».

«Yo también los he visto todos y, aunque tú lo estés grabando y viviendo en directo, el resultado final es todavía más sorprendente, porque la edición es increíble: los primeros planos, las músicas, los totales, cómo se hila la historia y se va construyendo el relato es distinto a como tú lo ves en directo. Y luego hay otra cosa: yo no veía cocinar a los demás, cómo la liaba Bustamante, lo que dicen de ti los demás... El programa, incluso para los que participamos, es una sorpresa . Ayer, viendo la final, aunque supiera el resultado, era una sorpresa. Quería saber cómo era esta final y para mí todavía es mejor el recuerdo televisivo que el directo».

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