Donald Trump aplica sus conocimientos de telerrealidad al congreso más atípico
Los productores de «El aprendiz», el «reality show» que el presidente presentó en su época de empresario, están detrás de los vídeos de la convención republicana
Dado que la pandemia de coronavirus ha obligado a que los congresos electorales de los partidos políticos en Estados Unidos en este año electoral se hagan en gran parte por medio de vídeo, Donald Trump ha echado mano de su dilatada experiencia como estrella de la televisión y ha fichado a viejos colaboradores suyos del exitoso programa « The apprentice » para producir los vídeos que se están emitiendo esta semana durante su gran aclamación como candidato.
Hasta este año, los republicanos, como los demócratas, se juntaban en un abarrotado centro de congresos, daban enfervorecidos discursos, votaban al candidato y este aparecía al final, para dar un solemne discurso, aceptar la nominación y lanzarse ya de lleno a la campaña electoral. Ahora, sin embargo, los republicanos emiten cada noche vídeos en los que aparece el presidente hablando de sus grandes logros y formulando sus principales promesas para los cuatro años que están por venir.
El resultado es más « el show de Trump » que un congreso político al uso. El lunes, por ejemplo, entre discurso y discurso de partidarios del presidente, apareció este mismo en la solemne Sala Este de la Casa Blanca, ante el retrato de George Washington, entrevistando a personal médico y supervivientes del coronavirus que le dieron las gracias por su «fuerte liderazgo». Trump se situó entre sus invitados, de pie, presentándoles y dando la palabra a uno y otro, como en sus tiempos en «The apprentice».
Hasta se permitió el presidente adentrarse en el género de la comedia, al bromear con que no le quería preguntar a una agente de policía que estuvo contagiada si tomó la hidroxicloroquina , un medicamento que Trump trató de recetar para tratar el coronavirus cuyos efectos son, según la comunidad médica, nulos y en ocasiones hasta peligrosos para quienes padecen otra dolencia.
Después, el presidente apareció sentado entre prisioneros políticos a los que su Gobierno ha liberado en otros países, todos de ellos víctimas de regímenes autoritarios y liberticidas. Y se mostró fiel a su carácter provocador , dándole las gracias al turco Recep Tayyip Erdogan por haber liberado al pastor cristiano Andrew Brunson, que estuvo preso dos años precisamente por decisión del mismo régimen turco.
Datos de audiencia
Los resultados son irregulares. Según los datos de audiencia publicados «Variety», la primera noche de congreso republicano amasó en las grandes cadenas generalistas (ABC, NBC y CBS) un 14% menos de espectadores que la primera noche demócrata. Aun así, esos indicadores ya no son los que eran hace décadas, y seguramente si se añade el resultado de las cadenas informativas (Fox News, CNN y MSNBC) y sobre todo del «streaming», seguramente el resultado sea mucho más ajustado.
Los dos productores de «The apprentice» [en español, «El aprendiz»] , la serie de telerrealidad que lanzó a Trump al estrellato, que están participando en el congreso republicano son Sadoux Kim y Chuck LaBella , ambos veteranos de la televisión que han colaborado con el actual presidente en más de una ocasión. Kim ha recibido, según han revelado varios diarios estadounidenses, 54.274 dólares en pagos del comité de congresos del Partido Republicano. Sus lazos con Trump van más allá de la serie en la que trabajaron juntos. En 2010 participó como juez para el certamen de Miss Universo, cuya franquicia es propiedad del presidente. LaBella, el otro productor, tiene una larga relación laboral con Trump y también trabajó en la preparación de los concursos de Miss Universo y Miss USA. Una empresa propiedad de LaBella ha recibido 81.603 dólares en pagos del comité de congresos republicano, según los mismos diarios.
Cierto es que este atípico congreso le ha restado dinamismo y emoción a los discursos, pero los productores han añadido a cambio numerosas cuñas en las que aparecen los símbolos del poder y la historia de EE.UU., como la Casa Blanca, el monumento a Lincoln o el monte Rushmore, en un intento de destacar la patriotismo del candidato. El gran discurso de clausura de Trump del jueves será de hecho desde la columnata trasera de la Casa Blanca . No puede haber mejor escenario de fondo para alguien que busca quedarse entre esas columnas cuatro años más.
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