Frío en julio

En el Texas de la década de 1980, un padre de familia mata a un ladrón que había entrado en su casa y que resulta ser un buscado criminal. Pero el hombre cree que hay algo raro en la historia y se pone a investigar.

El cámara metido a realizador Jim Mickle se alzó con el galardón al mejor director en el festival de Sitges con este inquietante thriller basado en un libro de Joe R. Lansdale. Enamorado de la obra del escritor, que efectúa un pequeño 'cameo' dando vida al cura en el cementerio, desde que vio la película de culto "Bubba Ho-Tep", Mickle se lanzó a la aventura de adaptar su novela "1989" al cine ayudado por su coguionista habitual Nick Damici.

El filme, que remite a los thrillers clásicos de la década de 1980 y supone el primero del director alejado del género de terror, está protagonizado por un trío de intérpretes de lujo, el formado por Michael C. Hall ("Dexter", "A dos metros bajo tierra"), en su segundo papel como protagonista absoluto en el celuloide, Sam Shepard ("Elegidos para la gloria") y Don Johnson ("Corrupción en Miami").