‘Patria’ y ‘El olvido que seremos’ triunfan en los premios Platino
La serie basada en la novela de Aramburu y la película de Trueba se reparten los grandes galardones
Volvían los premios Platino a la presencialidad, tras una ceremonia online forzada por la pandemia, y lo hacían en Madrid, en el Palacio de Congresos de Ifema, puesto a punto para una gala que aspira a ser, si no lo es ya, la gran fiesta del audiovisual iberoamericano (del cine y de las series, se entiende). La actriz colombiana Juana Acosta y el ídem mexicano Luis Gerardo Méndez ejercieron de maestros de ceremonia, y Diego Luna , con 41 años, fue distinguido con el Platino de Honor por su carrera, sin duda más ancha que larga, y bastante estelar. Alguien la resumió recordando que empezó en una telenovela y terminó (es un decir) en Star Wars.
Las dos triunfadoras de la noche fueron dos historias sobre la memoria y la sangre y la violencia, sobre los muertos que llevamos a las espaldas. Sobre el terrorismo, vaya. La primera, ‘ El olvido que seremos ’, de Fernando Trueba , adaptación del libro homónimo y autobiográfico del colombiano Héctor Abad Faciolince, es el retrato de un padre luminoso (interpretado por Javier Cámara , mejor actor con su trabajado acento y su bonhomía como de Gregory Peck en ‘Matar a un ruiseñor’) que dejó una huella imborrable en sus hijos, y que terminó tiroteado a bocajarro en el convulso Medellín de 1987 por su faceta política y su insistente defensa de los derechos humanos y la libertad. La cinta contaba con once nominaciones, y se llevó los mejores galardones posibles: mejor película iberoamericana, mejor dirección, mejor interpretación masculina, mejor dirección de arte y mejor guion (este lo firmaba David Trueba, hermano del director). Un montón de mejores, en síntesis.
La otra ganadora de la velada fue la adaptación televisiva de ‘ Patria ’, la novela de Fernando Aramburu sobre el terrorismo etarra, que a estas alturas necesita pocas presentaciones. La serie, que firma y filma Aitor Gabilondo , empieza como termina ‘El olvido que seremos’: con una escena de disparos a traición en medio de la calle y un llanto inconsolable, que aún se escucha en el presente. Las interpretaciones femeninas de ‘Patria’ fueron celebradas por el jurado: Loreto Mauleón, mejor actriz de reparto en miniserie; Elena Irureta, mejor actriz en miniserie. Gabilondo fue encumbrado como mejor creador (sic) de miniserie y ‘Patria’ como reina de las series.
Los mejores actores en pequeña pantalla, por cierto, fueron Andrés Parra (principal) y Christian Tappan (reparto), por sus interpretaciones en ‘ El robo del siglo ’, que va, claro, de un atraco, como ‘La casa de papel’, que se quedó en blanco.
Había un título, ‘ La llorona ’, otro más que removía el pasado oscuro, esta vez de Guatemala, que se presentó con once nominaciones y se fue a casa con los premios ‘técnicos’: mejor dirección de fotografía, sonido y montaje. El de mejor ópera prima fue para ‘ Las niñas ’, la delicada mirada de Pilar Palomero a los años noventa en España, una narración sin sangre pero con lágrimas, y con un cierre redondo.
Ahora que se empieza a recuperar la vieja normalidad, los premios Platino miran al pasado, aunque sea doloroso. Porque algo se aprende, o eso dice la teoría.
Hubo mucho más, por supuesto. La entrañable ‘ El agente topo ’, el relato de una infiltración en una residencia de jubilados, se llevó la distinción a mejor documental y, además, el premio Platino al cine y educación en valores. Para Candela Peña fue el de mejor actriz por su papel en ‘ La boda de rosa ’, de Icíar Bollaín, y para Nathalie Poza el de reparto por esa misma película.
Como la gala duró mucho (casi tres horas sin contar los preliminares), hubo tiempo para todo tipo de performances: de Ara Malikian a Sara Baras, de Leo Harlem y Santiago Segura a Natalia Oreiro y Carlos Baute. De Becky G a Juan Magán. Qué grande es la comunidad iberoamericana. Y qué largas son las galas.