Festival de San Sebastián

Otro «Akelarre» vasco en el Festival de San Sebastián

La competición por la Concha de Oro empezó con la española “Akelarre”, del director argentino Pablo Agüero, y con la francesa de François Ozon “Verano del 85”

El cineasta Pablo Agüero (tercero por la izquierda) posa con el reparto de «Akelarre» en San Sebastián EFE
Oti Rodríguez Marchante

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La competición por la Concha de Oro empezó con cautela, sin avasallar (bastante tenía el festival con domesticar, o sencillamente masticar, lo de Woody Allen y “Patria” ), con la película española “Akelarre”, del director argentino Pablo Agüero , y con la francesa de François Ozon “Verano del 85”. La de Agüero alude a un tiempo lejano, a una caza de brujas en el País Vasco durante el siglo XVII y la historia tremebunda de unas cuantas niñas apresadas y torturadas por los enviados del Rey al haber sido acusadas de bailar en el bosque de noche y durante la luna llena.

La película va de un menos a más formidable, con una primera mitad redundante y machacona, hasta que coge las riendas de la historia un humor malicioso, la actriz Amaia Aberasturi (la “bruja” lista y lúcida) y el actor Álex Brendemühl , realmente entregado a su rugoso papel de enjuiciador “boludo”…, es endemoniadamente expresiva, oscura, seductora y significativa, hasta el punto de que nos habla de nuestro hoy con ciertas posibilidades de mordaz regocijo, al pensar en las brujas actuales y sus cazadores, pongamos por caso el caso de Woody Allen y el caso de la grotesca persecución de señales de carretera. Será por “brujas”…

La de François Ozon , “Verano del 85” , es una forzada intriga romántica sobre un joven de 16 años y el cadáver de su amigo íntimo de 18, y el personal director francés modela su narración como si fuera una pesquisa judicial para descubrir eso que pasó entre ellos… "Flash backs" luminosos de la historia vista, naturalmente, desde los ojos del amigo vivo, con una mejor resolución de su trama romántica y de las emociones del primer amor que la trama de intriga “policial”, más bien baladí y sin auténtico peso dramático. La ambientación y la chispa de Valeria Bruni Tedeschi (qué sugerente primera escena), junto a la música que moverá los pies de los hoy sesenteros, pues ayuda a sobrellevar su levedad o su peso.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación