José Fernández (Nunos) con sus roscones inspirados en obras teatrales
José Fernández (Nunos) con sus roscones inspirados en obras teatrales - SMEDIA

Los roscones más originales de Madrid

Algunos están inspirados en obras de teatro, otros llevan oro dentro y también los hay que esconden un diamante

Madrid Actualizado: Guardar
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¿A qué sabe una obra de teatro? Esa es la pregunta que este año se ha propuesto responder José González, el maestro pastelero de la confitería Nunos, que se ha atrevido a diseñar una colección de roscones navideños inspirados en cinco obras de teatro que actualmente triunfan en la cartelera madrileña. «Todo surgió cuando desde la compañía Smedia nos pidieron si podían introducir entradas dentro de los roscones a modo de premio; entonces pensé que podía intentar darles forma y sabor a sus obras», reconoce González, que ya vende sus creaciones en los mostradores de la tienda.

«Todos los años la gente nos viene preguntando por estas fechas y es verdad que a todos les encanta llevarse roscones diferentes», reconoce el maestro pastelero que ha sido capaz de transformar cinco funciones —La ratita presumida, El amor sigue en el aire, Hasta aquí hemos «llegao», Espinete no existe y El test— en suculentas creaciones para todos los públicos.

Un roscón con forma de ratita presumida, otro con la cara de Espinete y hastaun tercero que imita el rostro del humorista Leo Harlem son el producto de su trabajo.

Por si esto fuera poco, González ha tratado de asemejar el sabor de los roscones a la personalidad que representan, de modo que al roscón de Leo Harlem, buen comedor y amante de los cubatas —o eso pregona en sus monólogos— no le podía faltar un buen «flambeado de ron». El la ratita presumida, especialmente dedicado para los pequeños de la casa, sabe a «algodón de azúcar y el de Espinete, a Tigretón y Peta Zetas», explica este artesano de los dulces.

Un premio de quilates

Concretamente de un quilate. Así es el diamante con el que los maestros pasteleros de Uvepan han decidido premiar a aquel cliente que, tras comprar el roscón en una de sus confiterías, se se tope con la sorpresa. «Ya es un diamante gordito», reconoce Francisco Valverde, el propietario de Uvepan, quien confirma que este elegante —y cuantioso— premio puede aparecer en cualquier roscón: «Puede estar dentro de los 20.000 que fabricamos».

De hecho no es la primera vez que lo hacen, puesto que el año pasado ya hubo un afortunado que se topó, en lugar de con la tradicional figurita, con una piedra preciosa entre la nata. «Ha habido años en los que hasta hemos regalado dentro de los roscones dos puestos de trabajo», rememora González, quien también indica que, en otras ocasiones, también regalaron pequeños lingotes de oro.

Exactamente esta idea la ha puesto en práctica este año el Corte Inglés, que ha introducido 250 lingotes de un gramo de oro puro, valorados cada uno en 47 euros, en otros tantos roscones. Pero además, habrá otro lingote especial de una onza de oro puro que está valorado en 1.130 euros que seguro endulzará el fin de la Navidad —si no se rompe un diente, claro— a quien se lo encuentre. Menos riesgo correrán quienes degusten los «roscones teatrales» que, en su interior, guardarán un premio más blandito, entradas y descuentos para acudir al teatro. La suerte, el oro y los diamantes están echados. Buen provecho.

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