El cantante Pablo Perea
El cantante Pablo Perea - ABC

Pablo Perea inaugura los conciertos de ABC

El cantante, guitarrista y compositor vuelve a recorrer la geografía de nuestro país con «Botas gastadas»

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Soy esa clase de persona que huye de modas y se mueve por amor. Que hace lo que siente y apuesta firmemente en las cosas de raíz que salen desde el estómago», así se define Pablo Perea (1968), un tesoro en bruto de nuestro país que forma parte de nuestra historia musical gracias a su paso por «La trampa», grupo con el que saltó a la fama en 1989.

El polifacético artista abre esta noche a las 21 horas los conciertos en el Museo ABC, donde vuelve con más ilusión y fuerza que nunca gracias a su trabajo «Botas gastadas». Un disco muy personal, lleno de temas con vida propia que no conocen límites ni fronteras en el tiempo.

Tras cumplir más de 25 años en la música, entre estudios de grabación y muchos kilómetros a su espalda, Perea reconoce que se encuentra en un momento «muy bueno tanto en lo personal como en lo profesional y esperanzado con todo lo que hay y lo que vendrá». «Soy un superviviente de la música y eso hoy en día no lo puede decir cualquiera», reconoce.

«Botas gastadas» llega cuando está a punto de cumplir 50 años, en una etapa más madura y personal. «No me cierro a nada, cada vez me gustan más cosas, flamenco, jazz... y voy a más conciertos para aprender algo de todos. Reconozco que siempre me he sentido más músico de estudio que de directo, al igual que más compositor que letrista. Siempre me ha costado más sacar las palabras que la melodía, no todos nacemos con ese don o somos Quique González, que te pone la piel de gallina en cada una de sus historias», confiesa Perea.

El arte ha ido marcando el ritmo de la vida de Pablo quien no duda en tener claro lo que le inspira cada día «me crié escuchando a mi madre cantar copla, cantaba muy bien, y mi padre con la guitarra. Por época o por cosas de la vida ellos nunca pudieron dedicarse de forma profesional, pero sí hicieron que yo tuviera claro que quería mostrar mi talento con el mundo sin mirar más allá», cuenta.

Modas pasajeras

«El problema que vive la sociedad hoy en día es que ya no queremos transmitir y mostrarnos sin más, ahora queremos ser famosos. No damos tiempo a la música ni respetamos su desarrollo. Todo gira entorno a las modas y si no estás en la onda no existes. Tal vez lo que más eche de menos del pasado es la paciencia, el exprimir una canción como antes... la hacíamos nuestra y la elegíamos como banda sonora de nuestra vida por convicción», dice compartiendo con su crítica personal.

El músico lleva cosechando éxitos desde 1989, año en el que La trampa publica su primer disco. «Te echo de menos» (versión del Missing you de John Waite) encabeza una serie de éxitos para el grupo. «Volver a casa» (su primer número 1) y «Acércate y bésame», son dos de sus canciones más populares, pertenecientes a su segundo álbum. Si bien estas grabaciones tienen un sonido más pop, propio de esa época en España, en 1992 lanzan «Bailando Rock and Roll» con letras más elaboradas como en «De aquí a la eternidad» y estribillos igualmente pegadizos, con matices más rockeros, como en «No te rindas» y «Al lado de ti», ambas números 1 en diversas listas musicales.

«Soy un romántico, podría decirse que sí, pero me gusta la idea de creer que aún habrá gente que apueste por la sana competitividad, tan buena como necesaria. Hoy todo va tan rápido que no somos conscientes de lo que nos perdemos. Hay muchas y buenas canciones hoy en día que pasan desapercibidas por no saber darles su espacio y eso es triste».

«Se ha perdido la base de educación y el enorme valor de asombrarnos con la música, de darle el tiempo y el espacio necesario a un tema para enamorarte y quedártelo para siempre». Pero quien sabe, los clásicos siempre vuelven.

Ver los comentarios