LA GLORIETA

Anuncio estival

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Podría empezar hoy como lo hice hace un par de semanas: fastidiando a los compañeros que trabajan imaginándome en la playa (es cierto, pasaré un martes más al sol), pero hoy voy a tomarme la libertad de anunciar lo que escribiré en este espacio los próximos martes. ¿No les parece que julio y agosto son unos meses muy apropiados para leer? Como dice la campaña institucional, se puede leer en el parque, en el autobús, en la piscina, en la playa, en todas partes.

Pues eso voy a intentar yo este verano mientras cojo un poquillo de colorcito (el poco que me deja mi piel blanca, pero siempre con crema de súper protección eehhh¿¿¿). Ahora tengo entre manos La sombra del viento (sí, no se rían, todavía no me lo había leído) y tengo en cartera otros muchos, como Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez, Marina, también de Carlos Ruiz Zafón, A salto de mata, de Paul Auster (que lo voy a pedir prestado) y también mis olvidados manuales de Historia e historiografía de Peter Burke y compañía para, de una vez, adelantar algo mi doctorado.

Aunque tenga un novelón de ochocientas páginas entre manos siempre tengo un ratillo para dedicarle a los versos. Ahora, mientras desentraño la intriga detectivesca-literaria de Julián Carax, me he detenido en los poemas de mi buena amiga Josefa Parra y su Tratado de cicatrices. (Por cierto, que me encanta la distribución del libro con una magnífica estrofa de Miguel Hernández.)

Para mí es un gran placer deslizar la vista sobre las páginas de un libro con los pies en la arena. Ya les iré contando.