Aparcamiento descartado

Aunque en un principio el proyecto de la plaza de Abastos contemplaba un aparcamiento subterráneo, esta iniciativa fue descartada ya que este mercado se levanta sobre un antiguo convento franciscano y el descubrimiento de restos retrasaría aún más su rehabilitación.

El Mercado Central es un edificio de estilo neoclásico y se levanta sobre parte del terreno que ocupaba este convento desaparecido tras la Desamortización. En sus inicios tenía 72 puestos construidos en piedra en las cuatro galerías cubiertas. Cada puesto tenía una tienda, además de un sótano para almacén y altillo para las oficinas. El amplio espacio que quedaba en el interior del rectángulo, un plaza fortificada de mil metros cuadrados, se utilizaba para fiestas, representaciones teatrales y otros espectáculos. Debido a la última gran reforma del edificio en 1926 se ocupó todo el patio central con nuevas naves destinadas a los puestos de carne, pescado y frutas.