REUNIÓN. Annan observa el reloj del presidente de la ONU. / REUTERS
MUNDO

Annan dice que la paz mundial es precaria porque no se respetan los derechos

Delegaciones de más de cien países inauguran en Ginebra el Consejo de Derechos Humanos

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La falta de respeto a los derechos y a la dignidad del ser humano es la causa fundamental de «que la paz mundial sea actualmente tan precaria» y del «reparto desigual de la prosperidad», afirmó ayer el secretario general de la ONU, Kofi Annan, al inaugurar en Ginebra el nuevo Consejo de Derechos Humanos (CDH).

En una ceremonia en presencia de delegaciones de más de cien países, la mitad de ellos representados por altas autoridades gubernamentales, Annan instó a los 47 estados miembros del CDH a que nunca permitan que éste quede atrapado por «maniobras mezquinas» y piensen «siempre en aquellos cuyos derechos son negados».

El CDH reemplaza en el sistema de Naciones Unidas a la Comisión de Derechos Humanos y en adelante será su instancia máxima para la defensa y protección de los derechos y libertades fundamentales en el mundo. En esta primera sesión de su historia, el Consejo se reunirá hasta el próximo 30 de junio, para volver a hacerlo en septiembre.

Promesas

«Tengo confianza en que todos los miembros del Consejo son conscientes de las esperanzas puestas en ellos», dijo el responsable de la ONU, quien recordó que los países que ocupan un lugar en el nuevo órgano «hicieron promesas tanto de respetar los derechos humanos» dentro de su territorio como de promoverlos fuera de él.

Por su parte, el presidente de la Asamblea General de la ONU, el sueco Jan Eliasson, recordó los meses de negociación antes de la creación del CDH, del que dijo que significaba «un nuevo punto de partida» y al que pidió mantenerse alerta para no repetir errores del pasado.

Annan recordó que, como parte de esos compromisos, los países que integran el CDH se comprometieron a someterse a la evaluación periódica durante su mandato, que se ha fijado en tres años. Sin embargo, para permitir que el sistema de rotación por tercios funcione, al conformarse el Consejo se estableció (por sorteo) que un tercio de miembros tendrán un mandato de un año, otro tercio de dos años y el resto los tres años completos.

La evaluación periódica sobre la situación de los derechos humanos es una de las mayores novedades de este naciente órgano, pues todos los países de Naciones Unidas tendrán que someterse a ese escrutinio cada tres o cuatro años, con lo que se busca evitar los vicios de «politización» que se achacaban a la extinta Comisión de Derechos Humanos.

Para Annan, la voluntad del nuevo Consejo de «romper con el pasado» se evidenciará en la manera en que desarrolle y aplique el mecanismo para esa evaluación universal, así como en su voluntad de «abordar asuntos difíciles» cuando se requiera para «remediar o prevenir violaciones de los derechos humanos».