ALIADOS. Thomas Rosicky celebra junto a Pavel Nevdev, que dejará la selección tras el Mundial, uno de los goles contra Estados Unidos. / AFP
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'La flauta mágica' de Rosicky

La República Checa confía en el media punta del Arsenal, apodado 'Mozart', para ganar a Ghana y pasar a octavos

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Las lesiones de Vladimir Smicer, Milan Baros y Jan Koller han provocado que la República Checa tenga que fiar su potencial ofensivo a un tímido esmirriado. Es un futbolista callado, prudente y obediente, pero cuando salta al terreno de juego Rosicky se transforma. Sólo vive para someter a la zaga rival con sus asistencias y sus goles. Los centroeuropeos se encomiendan a este mediapunta para doblegar esta tarde en Colonia (18.00 horas) a una necesitada Ghana y, de paso, conseguir la clasificación para octavos de final de forma matemática.

Hijo de Jiri Rosicky, uno de los mejores jugadores de la antigua Checoslovaquia, este nuevo futbolista del Arsenal -le ha fichado antes del Mundial aunque Wénger le seguía desde el 2000- maravilló el pasado lunes. Marcó dos tantos a un pésimo combinado yankee, fue designado mejor jugador del partido por la FIFA y los elogios han sido constantes. «Los goles realzaron mi rendimiento, pero podía haber jugado mejor», afirmó tras el partido.

Así es este futbolista nacido en Praga. Como todos sus compañeros de fechorías, quería jugar en el Sparta. Aunque quien de verdad deseaba que Thomas militase en el mejor equipo checo de la historia era su progenitor. Por eso, cuando hicieron una oferta al hermano mayor, el padre vendió a ambos en un pack. «O los dos o ninguno», les dijo a unos directivos que se negaban a contratar al pequeño, ya que no levantaba un palmo del suelo y su aspecto era debilucho. A regañadientes, aceptaron para su alivio. Con sólo 17 años, Rosicky lideró a un equipo que logró dos títulos de Liga y se convirtió en el más joven en vestir la camiseta nacional. El Borussia le fichó y permitió al Sparta saldar multitud de deudas y construir un nuevo estadio. Como agradecimiento, el club regaló un palco vitalicio a su familia.

Su fichaje por los del Ruhr desató polémica en Alemania. El 'Bild' le recibió con un «¿Hey, chico, cómete un escalope!» por su delgadez. Pronto, rectificaron. Debido a su visión de juego, rapidez y habilidad para dirigir al equipo de forma armónica, le pusieron el sobrenombre de Mozart. Contra Ghana, Rosicky, de 25 años, espera prolongar su concierto.