Israel responde al lanzamiento de cohetes y abate a tres milicianos

Los milicianos de Hamas lanzaron ayer más de una veintena de cohetes Qassam contra la ciudad israelí de Sderot y otras pequeñas localidades próximas en la segunda jornada tras la ruptura de la tregua. Con estos ataques, el grupo fundamentalista ha puesto fin a 16 meses de alto el fuego argumentando que Israel aprovechaba la situación para acabar con la vida de milicianos y civiles palestinos de forma indiscriminada.

La mayoría de los cohetes que disparó el movimiento integrista cayeron en terreno abierto, aunque uno impactó en un colegio y causó heridas graves a una persona. Varios israelíes tuvieron que ser atendidos de crisis nerviosas en los hospitales. Mientras, un helicóptero hebreo mató a dos activistas de Hamas poco después de que estos lanzaran cohetes contra poblaciones israelíes desde la localidad de Beit Lahiya, en el norte de la franja de Gaza. Se trata de las dos primeras víctimas mortales del grupo islamista desde noviembre pasado. Un tercer miliciano fue abatido en circunstancias similares en el campo de refugiados de Yabaliya, también al norte de Gaza. La gota que colmó la paciencia de Hamas se produjo el pasado viernes en una playa de Gaza, donde perdieron la vida siete personas de la misma familia, incluidos tres niños, a causa de una explosión. Ayer, Israel dijo que está examinando la posibilidad de que la deflagración fuera causada por una mina y no por los blindados.

Análisis sobre el ataque

El Ejército israelí, que el viernes señaló que suspendía sus operaciones hasta que terminara la investigación sobre lo ocurrido en la playa de Gaza, también bombardeó con misiles un vehículo al norte de la Franja sin causar daños personales.

Mientras, decenas de personas se congregaron frente al domicilio del ministro de Defensa, el laborista Amir Peretz, que precisamente vive en Sderot, para exigir la dimisión del primer ministro Ehud Olmert y pedir a Peretz que acabe con los disparos de los milicianos. Una parte de los protestantes anunciaron el inicio de una huelga de hambre. Por la tarde, el titular de Defensa se reunió con los jefes militares para establecer una estrategia que ponga fin al lanzamiento de cohetes. En principio, Peretz no quiere invadir el norte de Gaza.

Con la ruptura de la tregua por parte de Hamas se abre un nuevo periodo que estará marcado por los ataques contra las poblaciones hebreas próximas a la franja de Gaza y, tal vez, con atentados en el interior de Israel, posiblemente también acciones suicidas. Lo más probable es que Tel Aviv intensifique su ofensiva en los territorios ocupados. La situación que se ha creado además, coloca a Hamas en una posición de fuerza y es muy posible que Mahmud Abbas tenga que concentrar sus esfuerzos en obtener un nuevo alto el fuego, algo que será cada día más urgente si Israel intensifica sus acciones.