EE UU mata a Al Zarqaui, el terrorista más buscado de Irak

La pesadilla de Estados Unidos en Irak, el jordano Abu Musab al Zarqaui, responsable de Al Qaeda en el país árabe, murió ayer en una operación conjunta de las fuerzas estadounidenses e iraquíes. La acción fue calificada por Washington de «golpe importante» a la red que dirige Osama bin Laden. Los militares mostraron una fotografía de la cabeza del terrorista jordano que, según aseguraron, pertenecía al más buscado de Irak. En ella se veía la cabeza de un hombre con barba y cabello oscuros y con los ojos cerrados.

Estados Unidos y Gran Bretaña, que forman la coalición militar presente en el país árabe, apuntaron sin embargo que, pese a la buena noticia, «aún queda mucho por hacer para extirpar la violencia terrorista». El anuncio fue realizado en una conferencia de prensa en Bagdad por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que indicó que «Al Zarqaui fue liquidado» junto con otras siete personas, entre las que había dos mujeres.

Al Qaeda confirmó poco después la muerte del jefe de su célula iraquí a través de una nota publicada en una página islamista en internet. «Os anunciamos la muerte como mártir de nuestro jeque, el combatiente Abu Musab al Zarqaui», afirma la «oficina de información del Consejo Consultivo de los muyahidines». El comunicado agregaba que «la muerte de nuestros líderes significa la vida para nosotros. Sólo incrementará nuestra insistencia en continuar con la guerra santa hasta que la palabra de Dios llegue a ser suprema», asegura la breve nota, cuya autenticidad al cierre de esta edición no había sido confirmada.

El propio presidente estadounidense, George W. Bush, aseveró que la muerte de Al Zarqaui es «un duro golpe para Al Qaeda» y una «victoria», pero advirtió que a pesar de la desaparición de uno de los hombres más buscados en Irak, los terroristas «continuarán con sus acciones».

El general norteamericano George Casey, que dirige la Fuerza Multinacional en Irak, precisó que «Al Zarqaui murió durante un bombardeo aéreo de una guarida aislada a ocho kilómetros al norte de Baquba». El ataque aéreo «se llevó a cabo gracias a las informaciones que facilitaron varios responsables de su organización, según las cuales iba a participar en una reunión».

Aviones F-16 fijaron el lugar y lanzaron una bomba de 227 kilogramos. Después comprobaron que se había acertado en el blanco y lanzaron otro proyectil sobre el mismo sitio, según facilitaron las fuentes militares. Al Zarqaui pereció a consecuencia de sus heridas diez minutos después del ataque.

Tras el bombardeo, la policía iraquí se acercó al lugar y poco después lo hicieron las fuerzas de la coalición: «Se sacó el cuerpo de Al Zarqaui y se llevó a un lugar seguro para su identificación», explicaron portavoces del Ejército, asegurando que las fuerzas estaban convencidas de que el ataque tenía como objetivo el terrorista jordano. «No había ninguna duda. Sabíamos exactamente que Al Zarqaui estaba allí». Uno de sus lugartenientes más importantes, su consejero religioso, el jeque Abdel Rahman, «también murió» en la operación.

La amenaza permanece

Aunque Al Zarqaui ya no esté, Al Qaeda «sigue siendo una amenaza, ya que sus miembros seguirán intentando aterrorizar a la población iraquí y desestabilizar a su Gobierno, que trata de alcanzar la estabilidad y la prosperidad», dijo Casey, que añadió que las fuerzas norteamericanas seguirán «cazando terroristas que amenazan a los iraquíes hasta que el terrorismo sea erradicado en el país árabe». Un responsable jordano apuntó que en la operación también participaron los servicios de inteligencia de Amán.

«Lo que ha ocurrido es el resultado de la cooperación del pueblo iraquí, que ha facilitado una operación combinada de las fuerzas de la policía y de la Fuerza Multinacional», insistió el primer ministro. «Es un mensaje a todos los que escogen la vía de la violencia para que cambien de dirección antes de que sea demasiado tarde», advirtió.

Al Maliki dio las gracias «a todas las fuerzas de seguridad, a la policía y al Ejército», así como «a la Fuerza Multinacional por lo que hacen para combatir el terrorismo». El embajador norteamericano Zalmay Khalilzad también expresó su satisfacción por este «gran día». «Al Zarqaui era responsable de la muerte de miles de personas tanto en Irak como en el extranjero. Su muerte supone un avance para Irak y para la lucha global contra el terrorismo», dijo.