TAREAS. Un jardinero municipal cuidando un parque. / LA VOZ
Economia

El Gobierno cierra sus dos grandes retos socioeconómicos de la legislatura

Tras la reforma laboral y la de las pensiones, queda pendiente la reducción de los accidentes de trabajo

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El Gobierno, tras la firma el pasado 9 de mayo de la reforma del mercado laboral con las patronales CEOE y CEPYME y con los sindicatos CC OO y UGT, busca ahora fecha y escenario para plasmar el entendimiento alcanzado sobre el futuro del sistema de pensiones. De esta manera, ha cerrado en menos de un mes sus dos retos socio-económicos más importantes dentro del proceso de diálogo social emprendido en julio de 2004, a las pocas semanas de llegar a La Moncloa. La negociación de la reforma de las pensiones o la adaptación de la Seguridad Social a las necesidades actuales de la población comenzó en noviembre de 2005. El preacuerdo llegó a finales de mayo y el documento definitivo se último la pasada semana. La necesidad de que su texto sea respaldado por los órganos de dirección de las patronales y de los sindicatos ha pospuesto la firma más allá de los días 7 y 8 del presente mes.

Con anterioridad a que el futuro de la Seguridad Social llegara a la mesa de diálogo, en marzo de 2005, los interlocutores habían iniciado el debate sobre el mercado de trabajo. En un principio, el Ejecutivo apostó por firmar los dos acuerdos juntos, pero las conversaciones sobre las pensiones se dilataron demasiado y resultó imposible. Los cambios conseguidos en las dos reformas satisfacen a las tres partes, aunque con distinto grado. Al Gobierno le permiten presentar una imagen dialogante con los agentes sociales y comprometida en mejorar la estabilidad laboral y garantizar el sistema público de pensiones. Los empresarios, por su parte, han conseguido con ambos acuerdos rebajar sus costes laborales, tanto en lo referente a las cotizaciones a la Seguridad Social como a las indemnizaciones por despido.

Disentimiento

Los sindicatos han logrado impulsar un mayor control del empleo temporal con reducción de la precariedad al mismo tiempo que contribuyen a la viabilidad de la Seguridad Social al admitir algunas modificaciones ahorradoras como el ajuste de la jubilación parcial o el aumento del periodo de carencia (tiempo de cotización imprescindible para acceder a una pensión contributiva). No obstante, algunos responsables de CC OO lamentan que las variaciones no sean más profundas. Se atreven a pronosticar que se ha perdido «una oportunidad de oro» para garantizar la supervivencia del sistema.

A esos beneficios individuales que cada organización ha conseguido se suma otro común a patronales y sindicatos. Refuerzan con este tipo de pactos su papel institucional al demostrar que su participación es positiva para la defensa de los intereses que representan. Ahora, la asignatura pendiente es bajar la siniestralidad laboral, compromiso que también figura en la Declaración de julio de 2004. La reforma de pensiones recoge algunas medidas para paliar los efectos de los accidentes y de las enfermedades profesionales con un nuevo catálogo de patologías derivadas del trabajo e incluye la reestructuración de las cotizaciones sociales, por accidente y enfermedad, en función de la peligrosidad del sector.