PP. Rajoy se mostró contundente en su alocución. / JAIME GARCÍA
ANDALUCÍA

Rajoy justifica el rechazo por tratarse de un «apaño» que fusila el 'Estatut'

El líder del PP califica de «texto jurídico muy malo» la propuesta, culpando de ello a Zapatero

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, justificó ayer su rechazo a la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Andalucía afirmando que se trata de un «apaño», con contenidos fusilados del Estatut, y hecho «deliberadamente mal» para dejar «manos libres» al presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, e impedir que se le caiga «la bicicleta», algo que considera «peligrosísimo».

En un discurso interrumpido numerosas veces por aplausos de los diputados populares, acusó a los socialistas andaluces de traer al Congreso un nuevo Estatuto, más que una reforma, sin un respaldo suficientemente representativo y con cambios que «nadie reclama» y que «nadie sabe a qué responden», y que además «tienen la taumatúrgica virtud de complicarlo todo, dividir los ciudadanos, y llenar de incertidumbre su futuro».

«En realidad, con el pretexto del Estatuto, estamos, una vez más, ante el empecinado empeño de alterar la estructura de la Nación, con cambios que nadie reclama y que nadie sabe a qué responden», dijo el presidente del PP, quien acusó al jefe del Gobierno de «lanzarse a poner todo patas arriba sin medir las consecuencias de sus actos».

Se trata, en su opinión, de un «texto jurídico muy malo» que no debería constituir «ningún timbre de gloria» para sus redactores. «Lo han hecho deliberadamente mal», enfatizó, poniendo como ejemplo el hecho de que los propios autores ya anuncien enmiendas para mejorarlo en el Congreso.Y además, se quejó de que los contenidos de la reforma andaluza se han «copiado» del Estatut de Cataluña, con enmiendas «fusiladas» y argumentos «fotocopiados». «Han actuado como si consideraran Andalucía una hermana menor de Cataluña» -comentó-.

Rajoy hizo especial hincapié en la definición de Andalucía como «realidad nacional», una expresión que considera «sinónimo» de nación, términos tan «inseparables» como «Málaga y malagueño». Igualmente, ve «falso y reaccionario» que se defienda esa definición como vía para equipararse con Cataluña. «Defienden ustedes una aberración jurídica y constitucional -proclamó-. No pretendan engañar a los andaluces ofreciéndoles un estatuto nacionalista como si fuera un bálsamo curalotodo. Si Andalucía ha de mejorar su autogobierno, no será porque se maquille de nación».

Delirios nacionalistas

Eso sí, el líder del PP culpó de la situación a Zapatero. «La culpa no es sólo de ustedes. A fin de cuentas, lo que Rodríguez Zapatero premia son los valores nacionalistas, lo que estimula son los sentimientos nacionalistas y lo que más le complace son los delirios nacionalistas -les dijo a los socialistas-. No me extraña que ustedes, para merecer gracia a los ojos de su jefe de filas, consideren que les trae en cuenta hacerse nacionalista, aunque sean sobrevenidos y advenedizos».

Señaló que se trae al Congreso un proyecto que «no cuenta más que con el apoyo del 60 por ciento del Parlamento autonómico», y añadió que proponen sustituir un texto que «era de todos porque contó con el apoyo del cien por cien por otro que nadie había reclamado y que deja fuera a una parte importante» de la comunidad. Rajoy dejó claro que el PP sólo brindará su apoyo a la reforma andaluza si se «reconstruye» el consenso en el trámite parlamentario. «No aprobaremos para Andalucía ningún estatuto que no sea fruto de un acuerdo entre nuestras ideas y las de ustedes».