ANUNCIO. Arenas explica que el PP votará «no» al Estatuto. / EFE
ANDALUCÍA

El Estatuto andaluz inicia su debate en el Congreso con la oposición del PP

Chaves afirma que el nuevo texto garantizará la cohesión de España y cree que los populares votarán hoy en contra del trámite para alimentar su estrategia de crispación Arenas justifica el rechazo de su partido por la falta de consenso en su elaboración

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Un día muy importante para Andalucía, para las comunidades autónomas y para España. Así define Manuel Chaves, presidente del Gobierno andaluz, el debate de toma en consideración de la proposición de Ley de Reforma del Estatuto de Andalucía que se celebra hoy en el Congreso de los Diputados. La propuesta saldrá adelante con los votos del PSOE y de varios grupos nacionalistas y con el rechazo del PP, según adelantó ayer Javier Arenas, presidente de los populares andaluces.

Esta negativa se interpreta en las filas socialistas como un mazazo que asfixia las pocas opciones de alcanzar un acuerdo entre los dos partidos mayoritarios sobre la reforma estatutaria. Chaves respondía al anuncio popular: «No es compatible pedir más consenso y, al mismo tiempo, negarse siquiera a que se discuta en las Cortes y escenificar que no se tiene en ninguna consideración por lo aprobado por el Parlamento de Andalucía».

Eso sí, ni Chaves ni Arenas cierran a cal y canto la posibilidad de un acuerdo en los aproximadamente tres meses que aún le quedan de tramitación a la reforma, tanto en el Congreso como en el Senado, aunque, por el momento, no ceden ni un ápice en sus posiciones actuales.

El presidente de la Junta, que ayer presidió una reunión de la Interparlamentaria Socialista de Andalucía celebrada en Madrid, tiene una teoría para explicar el «no» del PP: Los populares han exprimido hasta la última gota la polémica sobre el Estatuto de Cataluña y ahora quieren hacer más ruido para mantener el clima de crispación contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero oponiéndose al de Andalucía, que es homologable con el catalán. El presidente del Ejecutivo andaluz explicó: «El 'no' del PP de Andalucía no es un 'no' autónomo, es un 'no' ordenado por la cúpula del PP, y no está basado ni en los intereses generales de Andalucía, ni en los de España, sino sólo en sus intereses de partido». Javier Arenas, por contra, justifica esta decisión en que no le gusta ni como se ha hecho, ni lo que se ha hecho con la nueva redacción de la norma básica andaluza.

Las siete razones del PP

Arenas destacó siete astillas que impiden el «sí» popular en el debate de hoy. Una de ellas sería, precisamente, la falta de consenso entre los cuatro grupos del arco parlamentario andaluz. También destacan la supuesta inconstitucionalidad de determinados aspectos, ya que se habrían introducido 130 enmiendas copiadas literalmente del catalán y que, pese a ello, no se lograba obtener el máximo de competencias dentro de la Constitución Española.

Los populares insisten, además, en que con la actual redacción no se salvaguardan los derechos de los andaluces con los del resto de los españoles y que no aporta garantías democráticas como elecciones andaluzas por separado. El trato a los ayuntamientos también ofusca al PP ya que sostiene que el Estatuto priva de financiación y competencias específicas a los administraciones locales.

Sin autorización

«Que no engañen a nadie». Esta es la respuesta tajante que ofreció Chaves en su discurso, horas más tarde de conocerse la postura de los dirigentes del PP andaluz a los que, según el presidente de la Junta, se les ha notado mucho que no sabían si estaban autorizados para llegar a algún consenso. Esto explicaría, a su juicio, la actitud errática del PP que lo mismo se retiraba de la ponencia que aseguraba que su voto positivo estaba garantizado.

El mandatario andaluz insistió en que el Estatuto tiene la legitimidad que le da el Parlamento andaluz y que la falta de más consenso -sólo fue aprobado por PSOE e IU- tiene como únicos responsables a los que no han querido sumarse a la reforma.

Para Chaves, Arenas lleva meses fabricando excusas, la última la de la polémica sobre la «realidad nacional», que habría sido el detonante para romper el consenso. «¿Dónde estaba ese consenso?», se preguntó Chaves que recordó que el Partido Popular ha votado en contra de todos los títulos.

Más allá de esta polémica, el nuevo articulado andaluz se examinará desde hoy y hasta final de año -habrá un paréntesis desde junio hasta septiembre- en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados con una gran incógnita inicial. ¿Habrá rebajas en el capítulo de competencias o de financiación?, cuestiones ambas que preocupa especialmente a IU, socio del PSOE en la reforma

Mínimas variaciones

Manuel Chaves lo tiene claro: El articulado que fue aprobado en el Parlamento andaluz el pasado 2 de mayo es sin duda, un texto perfeccionable y mejorable, algo que los andaluces acatan sin ningún tipo de resquemor. «Pero es un texto razonable y sensato que, a grandes rasgos, y savo matices y detalles», estamos convencidos de que se parecerá mucho al que saldrá finalmente aprobado por las Cortes Generales».

La familia socialista se mostró muy unida en la víspera de este primer gran debate en el Congreso. Alfonso Perales, secretario de Relaciones Institucionales del PSOE, informó sobre el conocido apoyo de la ejecutiva federal al proyecto andaluz y Francisco López Garrido, portavoz del grupo parlamentario del PSOE, se pronunció en idéntico sentido.

«¿Alguien puede pensar a estas alturas que Manuel Chaves es un rompe patrias?», comentó Perales en contestación a los ataques que ha recibido el presidente andaluz tras iniciar la reforma que lo han llegado a definir, incluso, como antiespañol.

El propio Chaves se refirió a esta cuestión durante su alocución. «No queremos una Andalucía más fuerte en una España más débil o desarticulada». En otro momento dijo: «Proponemos un Estatuto coherente con una visión global del Estado y un entendimiento solidario de España que ancla, a la nuestra y a todas las reformas estatutarias, en la igualdad entre todas las comunidades de España».