«Estamos creando un país de gente irresponsable»

-¿Lleva mucho tiempo en el mundo de la docencia?

-Hace 32 años que comencé a dar clases. Los últimos 15 años como directora de este centro.

-Tiempo suficiente para tener una opinión clara del estado actual del sistema educativo español.

-Pues sí. Tengo dos sensaciones diferentes. Por un lado, me siento realizada y satisfecha con mi labor porque creo que hago un trabajo importante. Pero, por otro lado, opino que los docentes deberíamos tener un mayor reconocimiento social porque hay que tener en cuenta que las sociedades se cimientan en la educación que se les da a los niños.

-¿Más reconocimiento económico o de otro tipo?

-No sólo económico. Ahora, estamos mejor pagados que en otras épocas, pero no tenemos autoridad moral. Necesitamos más reconocimiento social, que se apoye más nuestro trabajo. Cada año es más difícil educar. Nuestra influencia se pone en entredicho continuamente. Los niños de hoy son los reyes, pero en el mal sentido de la palabra. No se les puede exigir porque no se les inculca el sentido de la responsabilidad. Estamos creando un país de gente irresponsable y sin capacidad de esfuerzo.

-¿Los padres ayudan o entorpecen vuestra labor?

-La mayoría de los padres ayudan bastante poco. Muchos vienen de una época dictatorial y ahora quieren dar demasiada libertad a sus hijos, que no tengan ningún tipo de disciplina. Es la teoría del péndulo. Ahora, estamos en uno de los extremos y ya se sabe que los extremos nunca son buenos. Como decía un filósofo «para educar a un niño hace falta la ayuda de toda la tribu».

-¿Cuál cree que es el principal problema y cuál la solución?

-El germen de lo que ocurre hoy en día hay que buscarlo a mediados de los años 80. Un gran error es que cada partido político establezca su propio sistema educativo cuando gana. Debería firmarse un pacto de estado sobre educación como se hace en otros temas menos importantes.