Obligado a huir el responsable de la ayuda humanitaria de la ONU a la región de Darfur

El subsecretario para Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, se ha visto obligado a abandonar un campo de refugiados en la convulsa región sudanesa de Darfur, tras unas violentas protestas protagonizadas por los desplazados.

Según medios de comunicación sudaneses, Egeland y periodistas extranjeros huyeron del campamento de Kalma, en el sur de Darfur, por temor a ser agredidos por los enardecidos manifestantes que protestaban para exigir que la comunidad internacional los proteja. El régimen del presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, ha rechazado en reiteradas ocasiones el despliegue de tropas de Naciones Unidas en Darfur, donde las milicias árabes de los Yanyauid, respaldadas por el gobierno, luchan contra los grupos rebeldes de la región.

Egeland, que comenzó ayer una visita a Darfur, ha descrito la situación en esa zona, y en especial en la zona de Qarida, como "extremadamente mala". Asimismo, el responsable internacional ha pedido que se facilite la llegada de trabajadores humanitarios a esta región, "tal como estipula el acuerdo de paz firmado por el gobierno sudanés y el principal grupo rebelde, El Movimiento de Liberación de Sudán (MLS)". Asimismo, ha instado al gobierno de Jartum a que deje de poner obstáculos ante los esfuerzos de las organizaciones internacionales en la región.

El Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJI) y el MLS se alzaron en armas en febrero de 2003 en protesta por la pobreza y la marginación impuesta por el Gobierno a Darfur, zona ubicada junto a la frontera con Chad. En el conflicto, considerado por la ONU como uno de los mayores desastres humanitarios de este siglo, han muerto ya cerca de 200.000 personas y millones han sido obligadas a desplazarse hacia otras regiones de Sudán o al país vecino, Chad.