«Para convivir con la enfermedad es preciso aceptar tus limitaciones»

-¿Desde cuándo sufre fibromialgia?

-Supe que mi enfermedad se denominaba fibromialgia hace pocos años, pero la dolencia la ha padecido desde siempre. Cuando era una jovencita con tan sólo 14 ó 15 años ya tenía problemas y dolores musculares y reumáticos.

-¿En qué consiste concretamente esta dolencia?

-Se trata de una variedad del reuma con unas características especiales y que aún no está excesivamente estudiada. Afecta principalmente a músculos y tendones, y provoca cansancio y fatiga crónica. Al no tener síntomas físicos, a los enfermos de fibromialgia se nos suele tachar de depresivos o hipocondriacos, pero no es así.

-¿Cómo se le ocurrió fundar la asociación que actualmente preside?

-No fue tan sólo una idea mía. Solía acudir a Cádiz habitualmente acompañada de otras compañeras para tratar nuestro problema. Un buen día se nos ocurrió que podíamos crear nuestra propia asociación. Somos un grupo muy nuevo porque aún no hemos cumplido los dos años de existencia, pero ya tenemos 42 socias.

-¿Cuáles son los objetivos y proyectos de Arofi?

-Tenemos muchas iniciativas en mente: cursos de ejercicios de relajación y natación, conferencias, clases de masajes...Y todo ello para cumplir nuestra principal ilusión, que no es otra que poder ayudar a los enfermos de fibromialgia para que convivan con su enfermedad de la mejor forma posible

-¿Se puede llegar a sobrellevar una dolencia que no tiene tratamiento específico como es la fibromialgia?

-Es difícil pero se consigue. Para convivir con la enfermedad, es preciso aceptar tus limitaciones. Los enfermos de fibromialgia deben ser conscientes de que hay días en los que se despertarán sintiéndose fatal pero que habrá otros muchos en los que estarán bien por lo que no deben deprimirse por ello.