«Llamar por teléfono es un suplicio»

Llega internet a los centros de salud de la provincia y con ello se busca una nueva solución para intentar eliminar las insoportables y largas colas que cada mañana se encuentran quienes se acercan hasta su ambulatorio para pedir cita con su médico, algo que resulta igual de desesperante cuando hay que realizarlo por teléfono.

Y es que a pesar de que cada centro tiene un número de atención telefónica donde el que lo desea puede solicitar cita previa, este método parece que no contenta a la mayoría de los usuarios de centros como El Lugar, en la calle Jesús Nazareno de Chiclana. La mayoría de los pacientes consultados se resignan a apostar por las nuevas tecnologías para poder conseguir ir a su médico lo antes posible y de una manera más cómoda y sobre todo rápida.

María José Marín va a tomar buena cuenta de esta nueva forma de pedir consulta con su médico de cabecera ya que «llamar por teléfono es un suplicio, se tardan horas y a veces, incluso, terminan por no atenderte». Por ello, considera «muy buena y más rápida» esta nueva idea, aunque es reacia a augurarle un buen resultado, tal vez por todo lo pasado: «Lo probaremos aunque estoy muy decepcionada con el servicio y no confío mucho en el nuevo».

Colas hasta la calle

De la misma manera, Verónica López considera «fenomenal» esta nueva prestación debido a que «en muchas ocasiones se montan unas colas que llegan hasta la calle». Así, al igual que María José, «por lo menos lo probaremos y veremos cómo funciona porque creo que va a ser mucho mejor para todos».

A pesar de ello, existen opiniones contrarias, ya sea por considerar suficientes los servicios existentes, o por la dificultad para acceder a internet. Y es que Manuel Vela afirma ponerse «negro» cada vez que tiene que acudir hasta Jesús Nazareno, aunque se tendrá que resignar, ya que «a estas alturas de mi vida, con 70 años recién cumplidos, no me voy a poner a aprender a usar internet para ir al médico». Asimismo, Isabel Pérez, tampoco piensa utilizarlo, de momento, aunque por motivos diferentes. El caso es que el teléfono, a ella, sí le va bien. «Las consultas las suelo hacer de manera rápida y nunca he tenido que esperar más de diez minutos», recuerda. Por tanto, aunque ve positiva la nueva apuesta del SAS, ya tiene su manera de ir al médico. «No creo que lo utilice porque prefiero el teléfono».