HAMBRUNA. 5,6 millones de niños mueren cada año en todo el mundo a causa del hambre. / L.V.
Sociedad

La cuarta parte de los niños del planeta tienen un peso inferior al normal

Unicef denuncia que la desnutrición afecta a la mitad de las muertes infantiles Bangladesh, India y Paquistán concentran la mayor parte de los casos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Más de una cuarta parte de los niños menores de cinco años que habitan en los países del tercer mundo (unos 146 millones) tienen un peso inferior al normal, circunstancia que amenaza sus vidas. La desnutrición sigue siendo una auténtica epidemia mundial que afecta a la mitad de todas las muertes infantiles, en torno a los 5,6 millones al año. Además, cada hora mueren 250 madres en los países pobres a causa de enfermedades y carencias de todo tipo como la subalimentación.

Niños con gripe o sarampión que en España, Francia o Alemania se curan con una simple medicación y reposo en unos pocos días, morirán en muchas casos en países de África subsahariana o asiáticos porque sus cuerpos, debilitados por enfermedades y desnutrición, no podrán hacer frente a dichas patologías. Estos datos escalofriantes han sido recogidos en el informe de Unicef Progreso para la Infancia: un balance sobre la nutrición, que se presentó ayer en la sede de la Consejería de Salud de la Generalitat de Catalunya, en Barcelona. El informe fue presentado por Víctor Soler-Sala, presidente de Unicef-Comité de Cataluña, y el médico Luis Ruiz, responsable Materno-Infantil de Unicef-Comité de Cataluña, quien calificó la situación de desnutrición en la que vive una parte importante de la población infantil de «escándalo mundial».

Desde 1990, la proporción de menores de cinco años con un peso inferior al normal apenas se ha reducido en los países en vías de desarrollo. Esta «falta de progreso», según Soler-Sala, «perjudica seriamente a los niños de los países afectados, porque la desnutrición tiene efectos muy negativos en la capacidad de los menores para crecer y desarrollarse física y psíquicamente» y esto «repercute directamente en el subdesarrollo social y económico de muchos países», alertó.

Graves consecuencias

El informe de Unicef, explicó Luis Ruiz, denuncia la existencia de «una verdadera crisis nutricional» en amplias áreas del planeta, fundamentalmente en África, Asia meridional y oriental, así como en Oriente Medio y América Latina, aunque también, pero en menor medida, en los antiguos países del bloque socialista europeo e incluso en las naciones más avanzadas del mundo occidental.

La falta de vitaminas y minerales en los menores, en muchos casos no se perciben a primera vista, pero las consecuencias suelen ser «devastadoras», destacó Ruiz. Por ejemplo, la falta de yodo en el régimen alimentario hace que cada año unos 36 millones de recién nacidos sean vulnerables a todo tipo de problemas físicos.

Si la desnutrición infantil es un problema grave en los países pobres, en algunos territorios de Asia meridional adquiere características verdaderamente dramáticas. Es el caso de Bangladesh, India y Paquistán, que acaparan casi la mitad de la población de menores de cinco años subalimentada. África subsahariana, con notables excepciones, tampoco ha conseguido avances en la lucha contra el hambre, y en algunos países el problema se ha agravado debido a la sequía, los conflictos políticos y militares y la expansión del sida. Para combatir esta situación, Unicef plantea la necesidad de impulsar medidas políticas, económicas, sociales y sanitarias que reduzcan las desigualdades en el mundo.