Ganar o se acabó el sueño

Si usted es aficionado al Cádiz seguramente ni tenga la consideración de leer esta página en la que se escribe sobre los momentos previos al choque de hoy. La razón es lógica y todo el mundo lo sabe: Todo lo que no sea ganar esta noche no vale para nada (bueno sí, sólo para bajar a Segunda). El resto, es decir, comentarios previos y habladurías vendrían a ser paparruchas. Ni la alineación que plantee de inicio Espárrago, ni el clima que haga en Cádiz a partir de las ocho, ni el momento en el que llegue la Real... Nada de nada. Ganar, ganar y ganar como diría el seleccionador Luis Aragonés. Eso es lo que necesita hoy el Cádiz. Pero a la victoria, también hay que sumarle la confianza en que se den las derrotas de sus rivales directos en la lucha por la permanencia.

Por esto, mucha atención de los cadistas estará puesta en Son Moix, donde el Mallorca se mide al Valencia. También en Mendizorroza, donde el Betis visita al Alavés. Pero también en San Mamés, donde los leones reciben a un apático Zaragoza. Por último, los ojos de los cadistas no se cerrarán hasta ver el choque de mañana a las diez de la noche, donde el Racing (para muchos, la principal víctima en pos de la permanencia por el calendario tan complicado que le resta al conjunto cántabro) recibirá a un Real Madrid que contará con la novedad de un recuperado Ronaldo.

Sí. Es una pena que se hable más de otros equipos que del propio Cádiz en la víspera de un encuentro donde juegan los hombres de Espárrago. Pero es lo que le queda a los cadistas después de no haber sido capaces durante todo el año de llegar a la recta final con buena parte de los deberes hechos. Por eso, lamentablemente, se puede afirmar que es tan vital un gol de Pavoni contra la Real que uno de Ronaldo en el Sardinero, por poner un ejemplo.

Si aún sigue hojeando esta página, si se ha dejado engatusar, debe saber que esta tarde es tan elemental ver el partido del Cádiz como estar puntualmente informado de lo que está pasando en los campos donde jueguen aquellos rivales implicados en la lucha por la permanencia. Que, por cierto, y para mal del Cádiz, cada vez son menos. Y lo más preocupante, están cada vez más lejos.

Pero peores cosas se han visto sobre el césped de Carranza. Precisamente, a esa magia de antaño se agarran desde la cúpula cadista hasta el último forofo que Dios sabe en qué lugar del mundo habita para creer en las remotas posibilidades de salvación.

Y es que viendo con objetividad lo que el once amarillo demuestra sobre el tapete jornada tras jornada, sólo un milagro sacaría del pozo a los de Espárrago. Si es por recursos meramente futbolísticos podría decirse eso de apaga y vámonos. Ahora, eso sí, si es por las circunstancias que rodean a este mágico deporte. ¿Quién sabe? Porque con los números en las manos, este Cádiz tiene la misión más que imposible de sacar tres victorias en sus tres últimos compromisos. Complicada tarea cuando en toda la segunda vuelta tan sólo se han ganado dos partidos (Espanyol y Zaragoza). Pero, en fin, el fútbol es grande y no entiende de razones.

Además, parece que todo este año viene torcido para el Cádiz. Desde que la afición se ha comprometido con la permanencia todavía no se ha dado un partido en el que se den todos los factores para que el Carranza sea una olla a presión. En esta ocasión, todas las previsiones dan agua para hoy, por lo que la afición tendrá la complicada misión de animar y refugiarse del agua a la vez. Además, y para colmo de males, al rival no le extraña el agua.

Para volver a encender la llama de la ilusión, notablemente apagada tras los palos del domingo, Víctor Espárrago pondrá en liza un once muy parecido al que sacó en el Nou Camp y que dejó tan buena imagen ante un Barcelona que apenás metió la cuarta marcha. Las bajas por las lesiones que arrastran los centrales De Quintana y Paz, volverán a dejar ver en el once titular la pareja sudamericana compuesta por Berizzo y De la Cuesta. Varela volverá a ocupar el lateral izquierdo mientras que Luciano Vella repetirá en el costado derecho. La terquedad de Espárrago volverá a imponerse para que esta noche el Cádiz vuelva a salir de inicio con un doble pivote defensivo formado por Bezares y Fleurquin. Con la recuperación total de Lobos, el argentino liderará la vanguardia amarilla acompañado de su compatriota Pavoni y en las bandas Enrique y Sesma. Un once muy similar al de Barcelona del que se cae el ex racinguista Fernando Morán debido a la recuperación de Lucas Lobos.