«Nos hemos puesto nuestra propia etiqueta antes de que lo haga otro»

Antes formaba parte de Los Ducati. Jesús Rodríguez, más conocido ahora como el Koala acaba de acuñar un nuevo estilo musical: el «rock rústico de lomo ancho», que además, es el nombre de su disco. Su primer single, Opá, voy a montar un corral se ha convertido en una de las canciones de la temporada.

-Un nombre curioso. ¿Cómo surge?

-Antes trabajaba en la construcción. Según mis compañeros tenía una forma muy curiosa de subirme en el andamio y cuando me veían me decían que parecía un koala. Así que decidí adoptarlo como nombre artístico.

-Califica su disco como «rock rústico de lomo ancho». ¿Es un homenaje a la gente del campo?

-Esto también procede de la construcción. Cuando algún albañil dejaba las paredes medio raras decía que así quedaba más rústico, así que de ahí tomé el nombre.

-Todas sus letras hablan de temas del medio rural, excepto Nadie.

-Sí, es cierto que se sale un poquito del contexto global del disco. Quería ofrecer algo distinto para que el conjunto no fuese todo rústico, un temita un poquillo apartadito, con su doble sentido político, hablar del petróleo...

-Sus letras sobre el pueblo, pueden parecer una herencia del agropop de No me pises que llevo chanclas.

-No tiene nada que ver, es algo nuevo. Lo que pasa es que hemos cogido lo de «rock rústico de lomo ancho» por ponernos nuestra propia etiqueta. Antes de que venga alguien, algún crítico a ponernos la etiqueta, nos la ponemos nosotros mismos. ¿Influencias? Rock español, pero creo que no tenemos nada que ver con los Mojinos.

-Pero es consciente de que las comparaciones andan por ese camino

-Sí, por comparar, empezarán a decir de todo. Pero creo que nosotros llevamos otro camino, otro rollo diferente.

-Entonces, ¿qué grupos citaría como referentes o influencias?

-Siempre, el rock español. Es algo que tengo claro desde los doce años. ¿Referentes? Desde Los Suaves, Extremoduro, Barón Rojo, Loquillo. En España siempre se ha hecho muy buen rock and roll.

-Precisamente compartió escenario con Los Suaves...

-Fue hace cinco años, en Jaén. Fue una experiencia buenísima. Una gente muy profesional, muy buena gente. Un pedazo de banda.

Sus nuevos proyectos

-¿Cuánto de Los Ducati, su anterior proyecto, hay en Koala?

-En Koala no queda nadie de Los Ducati. Aquí está mi hermano, que antes tenían también un grupo, Los Cangrejos, y que es el bajista del nuevo proyecto.

-¿Y en cuestión de estilo?

-De Los Ducati lo que queda es el rollito rockero. El poco o mucho rock que todavía conservamos. En ese grupo yo hacía toda la música y las letras. Algo tiene que haber de Los Ducati aquí, aunque sólo sea la voz y la guitarra.

-¿Qué objetivos se marca con este nuevo proyecto?

-Tirar pa'lante con la música e intentar llegar al público, hacer que disfrute, que se lo pase bien. Queremos ofrecer algo distinto de lo que hay en el mercado musical actualmente.

-¿El estilo rústico andaluz abre puertas en el mercado nacional?

-Sí, en todos lados. Hemos tocado en Toledo, Ciudad Real o Madrid y nos ha ido muy bien. Creo que a nivel nacional podemos funcionar divinamente, puesto que en el resto de España están muy contentos con los andaluces. Y en Valencia estamos sonando a tope. Nuestro disco está grabado allí, producido por José Manuel Casaña, cantante de Seguridad Social.

-Quince años de carrera y muchos estilos, del flamenco al reggae. ¿Con cual se siente más cómodo?

-Con todos. Me gusta todo tipo de música, de la electrónica al flamenco. No tengo problema a la hora de hacer una canción o de darle un rollo por aquí o por allá. Me encanta la música y la música es magia. No se puede tener problemas así.

-¿Y cuándo dijo usted lo de «Opá quiero ser cantante»?

-Desde chico me gusta la música. Lo que pasa es que si un niño del campo le dice a su padre, «papá, yo quiero hacer rock», lo primero que te dice es que estás chalado, que mejor hagas algo de provecho.

-¿Qué hace cuando no está con la música?

-Estoy en el campo, de excursión, trabajando... Me gusta estar con mis amiguetes de allí. Y los cabreros. Me encantan los cabreros. Para mí son las personas más más sabias del planeta. Al lado de un cabrero sólo aprenderás pureza. Aunque si hay que venir a Málaga, uno viene y respira humo, pero prefiero estar en el campo.