CÁDIZ

La otra cara del Piojito

Los hijos de los vendedores ambulantes del mercadillo reciben clases de formación mientras sus padres trabajan

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Como cualquier lunes, las instalaciones del colegio Eduardo Benot abren sus puertas para acoger a los hijos de los vendedores ambulantes del 'Piojito'. Sin duda son los más madrugadores de la escuela ya que la mayoría de ellos proceden de Sevilla, y su viaje rumbo a Cádiz comienza alrededor de las cinco de la madrugada.

Se trata de un viaje más en sus vidas aunque gracias a la Asociación Gaditana Alendoy, su estancia será más enriquecedora que cualquier otro desplazamiento a cualquier lugar. Esta entidad ha puesto todos sus esfuerzos para que estos jóvenes estén en el colegio como cualquier otro niño mientras sus padres trabajan. Y lo han conseguido.

Por segundo año consecutivo, han puesto en marcha la actividad de la ludoteca matinal, con la ayuda de la Junta de Andalucía y algunas colaboraciones personales y de otras entidades, que les permite pasar una agradable mañana junto a los monitores.

La jornada comienza alrededor de las nueve de la mañana, cuando los voluntarios y educadores en prácticas pasan por cada uno de los puestos instalados en la Barriada de la Paz para recoger a los niños de hasta cinco años de edad. El total, que ayer rozaban los 20 alumnos, se dividen en dos grupos según sus edades para realizar actividades adecuadas a su grado de formación. Los más pequeños realizan fundamentalmente ejercicios de estimulación precoz, mientras que los más mayores practican juegos de reglas, realizan fichas educativas y participan en un taller lúdico de ocio y tiempo libre con el objetivo de formar en valores.

Además, los profesores les ayudar a cuidar su higiene y llevan a cabo un curso de ducha después de bañarse en una piscina instalada en el centro. Además, en estos momentos están negociando con el Ayuntamiento de Cádiz la posibilidad de utilizar la piscina del complejo deportivo Ciudad de Cádiz una vez al mes.

En este proyecto trabajan en la actualidad seis monitores de Educación y tiempo libre, un trabajador social, un maestro de Educación Infantil, un animador socio cultural y un profesor especializado en jardín de infancia.

Todos ellos se encargan de formar a los pequeños, la mayoría de etnia gitana, a los que incluso ofrecen el desayuno y el almuerzo, que se lleva a cabo en las mismas instalaciones del Hogar del Pensionista.

Los educadores destacan la colaboración de los padres, «ya que están muy agradecidos por esta actividad», y aseguran que la intención es coordinarse con la Delegación de Educación para que en un futuro, los niños puedan dar la clase correspondiente al lunes en las instalaciones del Eduardo Benot. De esta manera, las lecciones permitirían a los más pequeños continuar con su formación en la misma línea que siguen en su propia escuela.