'Con dos tacones' irrumpe esta noche en TVE 1 tras 'Mujeres desesperadas'

Son cinco mujeres, con edades comprendidas entre los veintitantos y la cincuentena, que, pese a tener conflictos y contradicciones diferentes, coinciden en ser unas perdedoras. Su ir y venir cotidiano, sus enredos y peripecias se retratan en Con dos tacones, comedia delirante de Boca Boca para TVE 1 que se estrena hoy a las 23 horas, tras los nuevos episodios de la estadounidense Mujeres desesperadas.

Lorena Berdún, Rosario Pardo, Mónica Cervera, Raquel Meroño y Raquel Infante son las cinco mujeres que protagonizan la serie, acompañadas de Jordi Bosch, Pau Durá e Iván Sánchez. «La competencia es dura, pero la serie tiene elementos para funcionar. Es una producción protagonizada por mujeres, pero no dirigida sólo a ellas, porque a los hombres nos pueden ayudar a entenderlas», comenta el director de contenidos de TVE, Pablo Carrasco.

La productora de la serie, Boca Boca, creadora de El Comisario, llevaba tiempo tratando de volver a la comedia y hacer el reverso de la exitosa Todos los hombres sois iguales. Los programadores han hecho coincidir el estreno de Mujeres desesperadas con la comedia española en «una apuesta coherente», defienden desde la cadena pública, que ha destinado 90 minutos de su parrilla a este primer capítulo inaugural de Tacones lejanos.

No tan sensata

El azar provoca que estas mujeres compartan vivienda. Las protagonistas no siempre salen vencedoras en su relación con los hombres y tampoco toman en muchas ocasiones actitudes correctas. Junto a ellas, la serie muestra una serie de personajes masculinos que aspiran a identificarse con el espectador.

Lorena Berdún, la psicóloga y sexóloga de Dos rombos, se enfrenta a su primer papel de actriz en la pequeña pantalla, tras una etapa teatral. En la serie es Cristina, también psicóloga de profesión, una mujer independiente y aparentemente fría y calculadora que tiene respuesta para todas sus compañeras, pero no para ella misma. Parece la más sensata del grupo y, de hecho, le pone nerviosa que las demás no sepan controlar sus debilidades, aunque ella es incapaz de resistirse a la suya: los hombres casados.