Muros y puertas blindadas

Los vecinos de José Antonio temen porque sus viviendas se vengan abajo. Según denuncian, los 'narcos' que negocian en su barriada han dejado en la mitad algunos muros de contención de sus viviendas para poder tener más espacio de almacenaje. Esta disminución del grosor de las paredes principales de las viviendas supone un peligro tanto para ellos como para sus vecinos. Pero, cuando se habla de droga, las inspecciones habituales de aparejadores y técnicos son un peligro mayor.

Esta no es la primera vez que 'reforman' sus casas como les conviene. Ya hace tiempo, la Policía irrumpió en la barriada y echó abajo las puertas blindadas que los narcotraficantes habían puesto en algunas de sus viviendas para impedir las redadas por sorpresa.

Los vecinos siguen insistiendo en la urgencia de su traslado a otros inmuebles. Temen porque sus casas no resistan y exigen un «mayor compromiso» por parte de las administraciones.