MÁS FÚTBOL

El Real Madrid se pasea ante el Alavés de Piterman en el día del retorno de Raúl

El conjunto blanco finiquitó el encuentro pronto, con dos goles en diez minutos El capitán blanco sustituyó al brasileño Baptista, que sigue peleado con el gol

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La vuelta de Raúl fue el momento más emotivo en la aburrida victoria del Real Madrid sobre el Deportivo Alavés, que de forma rápida solventó el partido antes del duelo con el Arsenal de octavos de final de la Liga de Campeones. El Real Madrid finiquitó el trámite por la vía rápida. No quería problemas ante un Alavés sin rumbo por las extrañas decisiones de su presidente. Parecía que los vitorianos habían dado por perdido el partido en el vestuario, acobardados de jugar en el coliseo blanco. En el campo, poco tardaron en constatar la pegada de los pupilos de López Caro, a pesar de que el Madrid no era el mismo que el del martes pasado ante el Zaragoza. Estaba regulando esfuerzos, sabedor de que el encuentro importante es contra el Arsenal.

No metió una velocidad salvaje desde el comienzo. Jugó con más cabeza. Su calidad, tarde o temprano, se iba a imponer. Tampoco fue necesario más. Con las dos primeras jugadas de peligro, le dio carpetazo al partido. Guti abrió el marcador gracias a la colaboración de un desacertado Costanzo. Después le secundó Robinho, que recogió un rechace al palo mandado por Baptista. El ex sevillista está gafado. Antes del gol de su compatriota realizó un control magistral con la cabeza y un chutazo de tijera que fue el origen del tanto de Robinho.

Baptista estaba muy entonado, intentando acabar con su mal fario de cara a portería. Quería enmendar sus discretas actuaciones durante esta temporada. Pero no lo consiguió, a pesar de que sus compañeros -sobre todo un sobresaliente Guti- le buscaron con ahínco. Mientras, el Alavés corría sin orden ni organización. Por su parte, el Santiago Bernabéu se entretenía echando miradas furtivas al banquillo. Estaba ansioso por ver cuándo salía Raúl.

Sin cambios

Antes de que volviera el capitán, salió Cassano por un discutido Ronaldo. El brasileño no olió la pelota y sigue sin ganarse definitivamente el cariño de su público. Dentro de la relajación madridista, el ariete fue el primero de la clase. No estuvo atento a las jugadas de sus compañeros, pensando (tal vez) en el Arsenal. El italiano tampoco es que estuviera brillante. Intentó triangulaciones y paredes con sus compañeros sin éxito. Logró el calor del respetable, que se volcó con la salida de Raúl.

El capitán blanco sustituyó al desafortunado Baptista. Gambeteó por la media punta, ayudando a Guti y dando balones a Cassano. Y demostró que había acabado con todos sus fantasmas. Su primer tiro a puerta lo realizó desde la misma zona donde se lesionó 91 días antes. Fue lo único reseñable junto al gol de Cicinho, que cerró el monótono encuentro.