Hamas confía en llegar a un 'punto intermedio' entre sus posiciones y las de Occidente

La estrategia de Hamas pasa por mantenerse firme en sus posiciones a corto y medio plazo con el fin de alcanzar un «punto intermedio» en las negociaciones que directa e indirectamente mantiene con sus interlocutores y especialmente con Occidente.

En medios cercanos a la organización fundamentalista se asegura que el grupo no puede renunciar a su programa electoral de la noche a la mañana, ya que recibiría el rechazo de su electorado y transmitiría al mundo una imagen de debilidad.

Pero, al mismo tiempo, los dirigentes de la organización islámica integrista son conscientes de que la unidad sin fisuras que han mostrado Israel, la ANP, Egipto y Occidente no puede combatirse con una actitud numantina, de aislamiento absoluto, en torno a unos principios.

Los fundamentalistas esperan que con el paso de los días se produzcan gestos de aproximación y alguno de sus hoy intransigentes interlocutores, «entre en razón» y se avenga a negociar una salida aceptable para ambas partes.

Una delegación de Hamas en la franja de Gaza llegó ayer por la tarde a Damasco para reunirse con la dirección en el exilio y establecer una estrategia común en esa línea. Éste es el primer encuentro que mantienen ambas facciones integristas desde la sorprendente victoria electoral del día 25, ya que, hasta ahora, los contactos entre los dos sectores únicamente se habían producido a través del teléfono.

Desde que se hicieron públicos los resultados de los comicios, tres dirigentes de la organización, dos en Gaza y uno en el exilio, han declarado mantener contactos con Estados Unidos a pesar de que Washington, que no ha negado ese extremo, ha calificado a Hamas de organización terrorista.

Condiciones

Esas fuentes no han aclarado, sin embargo, si se trata de contactos directos o indirectos, o si las reuniones entre las dos partes corren a cargo de la dirección de Hamas en Gaza o en el exilio, aunque algunos apuntan a que Egipto es quien procura la mediación por encargo de la propia Administración norteamericana.

Según algunos observadores, Hamas estaría dispuesta a renunciar a parte de sus principios sólo en el caso, improbable, de que Israel acepte las resoluciones de la ONU. Hecho éste que se daba por descontado cuando se celebró la Conferencia de Madrid en 1991 y que, no obstante, ahora se considera un posición «radical».

Si los israelíes aceptaran las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, donde se pide la retirada hebrea a las fronteras de 1967, Hamas podría reconocer en contrapartida al Estado sionista buscando alguna fórmula que fuera aceptable tanto para sus seguidores como para Israel.