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crónicas repelladas

Mes internacional del miajón apretao

LA VOZ del Carnaval se une a las celebraciones de la Unesco para defender los plenos derechos del pan de telera

JOSÉ MONFORTE
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Contaba Sir Alex Janawey, conservador general de la orden escocesa del miajón, que cuando era pequeño, en unos horribles días de fiebre con el puñetero sarampión, tuvo una pesadilla. Su cuerpo, en vez de ser de carne, como aprendió en el colegio, era de miajón. El pobre gritaba y gritaba porque lo iban a sumergir en un plato de chicharos con huevo y temía que la salsa, como si de crema Nivea bodymilk se tratara, traspasaría su piel y entraría en su cuerpo y durante toda su vida el corazón le apestaría a chicharos con huevo y por sus venas, en vez de sangre colorá, correría salsa sobrehusa.

Alex Janawey comentaba esta anécdota de cuando era tierno infante en la Juntechion Sechion of Panechion, que traducido resulta, la jornada inaugural del mes internacional del miajón apretao, una celebración fijada por la Unesco (sección de panadería y picos en general), para tratar de que no se extinga en el mundo el pan de miajón apretao, que como la ballena, está en franca regresión.

LA VOZ del Carnaval, y desde aquí quiero aprovechar para agradecer a la directora Lalia González Santiago su sensibilidad con este tema, ha querido unirse a esta celebración y en las puntuaciones que otorga a las agrupaciones que pasan por el escenario del Teatro Falla, utilizará un baremo basado en diversos estadios panarios que irán desde el máximo exponente del miajón apretao en Cádiz: la telera de Medina de dos kilos, hasta el singular pan de shangüi sin corteza, que es como la parábola del ser incompleto. El pan con corteza sería igual que el hombre sin orejas, un monstruo panadero.

Sir Alex Janawey al ser informado sobre la iniciativa del periódico gaditano ha tenido a bien nombrar a LA VOZ del Carnaval como diario oficial de la Juntechion Sechion of Panechion para la Europa de más pabajo del Estatut, lo que agradecemos profundamente.

Entrando en lo que es la clasificación en sí diremos que a las mejores agrupaciones del concurso le será otorgada la calificación-distinción de telera de Medina de dos kilos. Cierto es que en la provincia existen teleras de gran calidad. No debemos olvidar la de Benalup, o la del Puerto de la Parada o la muy noble telera de Zahara de la Sierra, que cortada a dos deos de gorda es capaz de chuparse litro y medio de aceite de la Sierra, sin perder la compostura, pero bien es cierto que la nativa de Medina ha logrado granjearse cierta fama como el alfajor...Medina sin duda alguna es un pueblo engollipante.

Las agrupaciones que destaquen, aún sin ser de calidad extra, como las naranjas Navelate, que siempre son de calidad extra, obtendrán la telera pero en su variedad de a kilo. Es cierto que es telera, pero tiene menos prestaciones que la de dos kilos. Llevado al terreno del marisco sería como distinguir entre el langostino de Sanlúcar y el gambón del Orinoco. Como diría Alejandro Sanz, no es lo mismo y como diría El Peña: No tirarme bocadillos de jamón que me puedo mosqueá.

Para aquellas agrupaciones que aprueban, pero sin sacar nota, hemos elegido la figura del cundisito, un pan con apellido, porque siempre se le ha llamado cundisito de a cuarto (cuarto sería su padre). Quizás he heredado este gusto por la panadería porque cuando era pequeño para dormirme, mi madre me leía, en vez del Principito, la versión gaditana del cuento: el cundisito, las aventuras de un pequeño pan del horno de la La Torre que soñaba con subirse un día a la torre de la iglesia de San Antonio y gritarle a Cádiz: ¡Qué quereis desayuná!. Jamás consiguió la hazaña porque el cundisito carecía de piernas y el cura nunca quiso ponerle un ascensor, el muy...cristiano.

Entrando ya en terreno resbaloso, entramos en los panes que han perdido la característica de ser de miajón apretado. Sería esta la clasificación para aquellas agrupaciones que no llegan al cinco con que sueña cualquier niño de bien en el colegio. El pan de shangüi sin corteza hace el ridículo totalmente ante un plato de menudo. Un hombre o mujer, o uno de en medio, que metiera pan de shangüi sin corteza en la suprema de las salsas sería señalado por la sociedad y serviría de cachondeo, como la visita de Rajoy a Cádiz...Esperame Rajoy que te voy a poné una firma como una empanada de la Catedral y cuando me pida el DNI te diré guan, tu, fri...tiriri, tiriri.

Finalmente, para las agrupaciones tipo tú ya me entiende hemos reservado la mayor de las crueldades: el hombre sin pan, el hombre a rÉgimen estricto, que es la peor de las situaciones, el tener que conformarse, después de haberse comido un bacalao en tomate, con pasar el deo por el plato y rebañar con el índice.

De esta manera queremos contribuir a que el miajón apretao, el de esa rodaja de pan que cuando la coge parece que estás haciendo pesas, no se pierda, porque su pérdida, con los años llevará también a la desaparición del menudo y qué sería de la vida sin menudo. Como bien diría Sir Alex Janawey: Ji jaindri development in especial cap, es decir: qué es la vida si no hay pan pa mojá.