Una rebaja 'menor'

La rebaja del impuesto de sociedades tendrá, a juicio de casi todos los expertos, menos efectos beneficiosos de los anunciados en un principio, pues el recorte masivo de deducciones compensará con creces la disminución de cinco puntos prevista en el tipo máximo. A un punto por año -desde enero de 2007-, se prevé que no descienda al nivel del 35% actual 30% hasta 2011, lo que reducirá el efecto anual que tendrá en las arcas del Estado la merma recaudatoria total, estimada por Hacienda en unos 2.400 millones de euros.

A su vez, gracias a la «poda» de deducciones, el fisco espera ahorrarse (no devolver a las empresas) otros 1.600 millones. De hecho, los planes del Gobierno pasan por mantener sólo dos o tres de las exenciones actuales, aquellas referidas a cuestiones técnicas, como las que compensan el mecanismo de la doble imposición en dos países distintos o las referidas a fondos de inversión. El resto, incluidas las recibidas por dedicar fondos a investigación y desarrollo (I+D), o por reinversión de plusvalías en la propia empresa, desaparecerán o sufrirán «recortes».

La duda radica ahora en conocer si las deducciones desaparecerán desde el primer año de vida de la reforma, como parece lo más probable. En tal caso, un número considerable de empresas pagaría, en la práctica, más impuestos, al menos durante un tiempo, ya que la rebaja anual de un solo punto no compensaría la eliminación de esas exenciones. Al final del período (2007-2011), para bastantes de ellas la rebaja saldrá casi igual, pues su tipo efectivo es del 30% desde hace años gracias al gran número de desgravaciones que pueden aplicarse.