El programa Café y Calor de Cruz Roja atendió a 35 personas al día desde junio

El programa Café y calor de Cruz Roja ha cerrado el 2005 con un «balance positivo» según el delegado local, Juan Ruiz-Herrera. Este proyecto vio la luz en junio del año pasado con la colaboración de la Concejalía de Bienestar Social.

Se trata de prestar una ayuda totalmente altruista y necesaria a drogodependientes e indigentes. Estos primeros seis mese de andadura «han sido difíciles en sus comienzos porque la gente era un poco reticente de recibir esta ayuda, pero poco a poco han ido aceptándola y dándose cuenta de que lo hacemos por su bien» decía el delegado local.

Antonio y Vicky son los encargados del proyecto. Él es educador de calle y ella trabajadora social. «Gracias a Antonio, que los conoce de haber trabajo antes con ellos, hemos podido introducirnos en su mundo y darles la ayuda que se merecen», apostillaba Ruiz Herrera.

Ayudas

Diariamente han atendido a 35 personas, se han realizado 48 ayudas de tutoría de metadona y 24 de retrovirales. Además, las fichas sociales abiertas gracias a este programa fueron un total de 45.

Ruiz-Herrera explicaba que «cualquier ayuda es poca. Ver llorar a una persona en Nochebuena tras regalarle una manta y felicitarle las fiestas te ayuda a seguir adelante». Desde Cruz Roja han conseguido que ocho personas decidan voluntariamente ser trasladados a centros de atención. «Esto es lo más complicado, ya que sin su consentimiento nosotros no podemos hacer nada. Algunas se niegan a este traslado simplemente porque temen que les roben lo que tienen», que en algunos casos es bien poco, explicaba el delegado local.

Otro logro es el tema de recogida y entrega de jeringuillas, algo que va en beneficio de la salud de los atendidos. Se repartieron 3.620 y se recogieron otras 1.045 usadas.

Aunque los datos puedan parecer ínfimos, cada ayuda a cada persona es importantísima y merece la pena.