Álvaro Ybarra

La próxima «guerra» de la Junta

Una plaza de un alumno en un centro público le cuesta a la Administración, o sea a todos nosotros, el doble que en un centro concertado

Álvaro Ybarra
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La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, ha anunciado ya el propósito de la Junta de suprimir por razones ideológicas líneas enteras de aulas en los centros de enseñanza concertada para el próximo curso. A la consejera le trae sin cuidado que los padres andaluces demanden más plazas en los colegios privados y con concierto educativo, que representan ya sólo el 18,5 por ciento de los puestos escolares frente al 81, 5 por ciento de los centros públicos. En la Junta nunca han creído ni en el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos ni en el papel complementario que la enseñanza concertada debe desempeñar respecto a la enseñanza pública. Los responsables educativos de nuestra comunidad, cuyos resultados pone en evidencia año tras año el Informe PISA, consideran que lo concertado es subsidiario de lo público y que si sus resultados son mejores deben empeorarlos para igualar a todos los alumnos por abajo.

La bajada de la tasa de natalidad es para la Junta la excusa perfecta para reagrupar en colegios públicos a los alumnos que se queden sin plaza en los concertados. No lo hacen por motivos económicos. Una plaza en un centro público le cuesta a la Administración, o sea a todos nosotros, el doble que en un centro concertado. Tampoco es por motivos académicos, pues, pese al enorme esfuerzo que hacen los colegios públicos por mejorar el nivel de los alumnos, los concertados, con algunas excepciones, siguen copando los mejores puestos en las pruebas de acceso a la universidad. Es sólo por razones ideológicas. El hecho de que la mayoría de centros concertados sean gestionados por instituciones religiosas los convierte en sospechosos.

En una democracia madura se supone que los políticos deben dedicarse a resolver los problemas de los ciudadanos y no a crearlos. La respuesta de los miles de andaluces que se han echado a la calle en contra de la política sanitaria parece no haber servido de lección. La Junta se dispone ahora a desatar una nueva «guerra» contra los profesores, alumnos y padres de los concertados. Esta vez además tendrá a sus socios de Ciudadanos en contra, toda vez que Rivera da en su programa preferencia a la libertad de elección de los padres. Y es que la palabra libertad sigue produciendo urticaria a quienes tienen como norte el adoctrinamiento de los ciudadanos. Y lo de la privatización encubierta, como en la Sanidad, ya no cuela.

@aybarrapacheco

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