El dolor de Europa

El paralelismo entre lacansada Europa y la Romadel siglo V es evidente

Felix Machuca

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En menos de cincuenta años uno de cada tres suecos será musulmán. Ángela Merkel dijo no hace mucho en el Bundestag que con cuatro millones y medio de musulmanes viviendo entre alemanes el Islam también forma parte de Alemania. En marzo pasado, en un suburbio parisino que cobija a la basílica de Saint Denis, donde están enterrados reyes que lo fueron de Francia, unos ochenta activistas pro inmigración ilegal la ocuparon para hacer músculo étnico y exhibir su amenazante ideología. Hace unas semanas, la valla de Ceuta, fue asaltada casi con medios militares por unos subsaharianos que utilizaron cal viva, navajas y heces para pasar a este lado de la frontera. En la memoria más inmediata del verano tenemos el desembarco furtivo y sorprendente, con bañistas de por medio, de sendas lanchas rápidas repletas de inmigrantes ilegales. Todo esto es farfolla si, previamente, olvidamos lo que con tanta determinación y convicción, nos adelantó desde sus artículos, reportajes y libros la gran periodista italiana Orina Fallaci, que bautizó a la vieja Europa como Eurabia.

A principios de los años treinta del pasado siglo, el filósofo Edmund Husserl, predijo lo que Oriana y nuestras fronteras del sur, han constatado: que el mayor peligro para Europa es su cansancio. Un cansancio moral e ideológico. Que podemos traducir en sus bajas tasas de natalidad, la multiplicación de su deuda pública y la terquedad continental a no invertir en su propia defensa. Económicamente estamos en manos de nuestros acreedores. Socialmente caminamos a convertirnos en minoría dentro de nuestros territorios. Religiosamente Europa dejará de ser cristiana por incomparecencia de los bautizados, que no pisan una iglesia desde que lo asomaron a la pila bautismal. Un peligro este que también resaltó Chesterton: cuando uno deja de creer en Dios puede creer en cualquier cosa. En ese cansancio europeo que va desde la natalidad a la fe, encuentran su caldo de cultivo unos recién llegados que, lejos de asumir los valores de la cultura judeocristiana, hacen valer los suyos. Para un alarmista esto supone el apocalipsis. Para un buenista no va más allá de una versión interesada y cavernícola de los hechos. Para un realista la evidencia de que Europa está cansada, agotada y no puede con su vida. Tal y como preconizó Edmund Husserl.

El paralelismo del agotamiento europeo con la Roma del siglo V te pone los vellos de punta. Ni las legiones ni sus generales eran ya latinos, sino bárbaros. Y la decadente sociedad imperial había olvidado lo que significaba ser romano y mandar sobre su mundo. En Italia y otras provincias imperiales vivían los emigrantes godos, aquellos que forzando las fronteras, habían entrado en la península itálica buscando el bienestar y las tierras necesarias para sobrevivir. En pocos años, controlando el ejército y ocupándose de trabajar los campos abandonados, lograron hacerse con el poder de aquellos emperadores que, por no serlo, habían renunciado a Roma y sus necesidades de auxilio. Ahora residían en Rávena, hasta donde los senadores viajaban para pedir la ayuda que pocas veces se les brindó. Como Merkel en Alemania, algunos emperadores creyeron que también los godos eran romanos convencidos y de buena voluntad. La historia demuestra que aquella situación derivó en enfrentamientos sociales durísimos, que hoy calificaríamos de lucha racial. Roma cayó también por cansancio de sus élites y por la desmemoria de sus principios fundacionales. Cada vez que entra una patera por la frontera sur desembarcando a la ligera su material humano, no dejo de pensar en todo esto y en la película «El Octavo pasajero». Europa tiene en su estómago el alien que marcará su destino por la irresponsabilidad de un buenismo que idealiza al otro y condena lo propio.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación