El Apunte - OPINIÓN

Sanidad caótica

Los profesionales de la sanidad en la provincia auguran,de nuevo, un verano complicado para los pacientes del SAS

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Afirma el delegado de Salud de la Junta de Andalucía en Cádiz, Manuel Herrera, que la atención sanitaria está plenamente garantizada durante los meses de verano tanto para los gaditanos como para los miles de visitantes que vienen a nuestra provincia durante el periodo estival. A tenor de lo ocurrido en los últimos años, con el cierre de camas y las reducciones de horarios en la mayoría de los centros de salud, creer en sus palabras es, sencillamente, un acto de fe. Sobre todo si analizamos qué entiende el Servicio Andaluz de Salud por «garantizado».

Y ya no es cuestión simplemente de analizar lo que viene repitiéndose verano tras verano, sino de atender las advertencias de todos aquellos que de una forma directa o indirecta, están vinculados al sector de la sanidad en la provincia.

Desde profesionales a sindicatos. E incluso la oposición política del PSOE en la Junta de Andalucía. Todos ellos vienen a convenir que si bien durante el año la mayoría de los pacientes ya tienen muchísimas dificultades para recibir una atención médica en condiciones, durante los meses de estío se convierte directamente en un «caos».

Y no nos referimos a la atención por parte de los facultativos, a la que reciben una vez entran en la consulta, sino a todo el proceso previo hasta poner un pie en ella. Burocracia infinita, listas de espera interminables, de varios meses en muchos casos, instalaciones deficientes, desplazamientos kilométricos... todo ello viene a agravar situaciones personales en muchos casos dramáticas.

Sin embargo, desde la administración sanitaria de la Junta de Andalucía siguen insistiendo en que todo está bien. Empezando por la propia presidenta del gobierno andaluz, que no ha dudado en calificar a la sanidad como la «joya de la corona».

En todos los órdenes de la vida, el primer paso para solucionar un problema es detectarlo. Y el segundo reconocerlo. No parece que los responsables políticos provinciales del SAS hayan hecho ni una cosa ni la otra. Quizá si salieran más de sus despachos y hablaran con los pacientes, su percepción cambiaría notablemente y podrían empezar a darse algunos pasos en la dirección correcta. Pero en este asunto, como en tantos otros, priman los intereses políticos por encima de los ciudadanos. Con un matiz fundamental, que no hablamos de carreteras, programaciones culturales o planes de formación, sino de la salud de las personas. Y en no pocos casos, de la vida de las personas.

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