EL APUNTE

Las nubes del turismo

Cádiz debe explicar que sus atractivos turísticos son muchos más que sol y playa

La Voz de Cádiz

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La recién terminada Semana Santa ha vuelto a poner de manifiesto la enorme, quizás excesiva, influencia que tiene el sector turístico en la economía provincial. Y ese sector es muy volátil. Un suceso grave, una mala racha climatológica o su pronóstico, se cumpla o no, bastan para recortar unos puntos porcentuales en los desplazamientos y reservas. Traducido a dinero y puestos de trabajo, resultan millones y miles, respectivamente. Hace muchos años que la provincia vive esta realidad. Al menos, durante este siglo. Es una evidencia que el turismo y sus empresas auxiliares forman el sector económico más robusto de la dañada economía provincial. Ningún otro (si se suman hoteles, hostelería, transportes y suministros) mueve más dinero, más productos y más empleo en una zona con graves problemas de paro estructural. Los ciudadanos hace tiempo que lo saben. Nadie va a sorprenderse . Los gaditanos conocen los beneficios y los inconvenientes de vivir pendientes del turismo. Sus mayores defectos son la estacionalidad, la temporalidad, y la vulnerabilidad. Las instituciones y las empresas, los expertos y los profesionales, llevan lustros hablando de la necesidad de romper estas servidumbres. Esa expresión significa que la provincia y su sector turístico necesitan que cada vez más visitantes vengan atraidos por mucho más que playas y sol, que la lluvia no impida disfrutar de una tierra llena de tesoros culturales, artísticos, naturales y monumentales. Y que puedan hacerlo todo el año, que no se concentren sólo en los dos meses principales del verano, quizás en alguna semana festiva de primavera. Uno de los caminos para conseguirlo es reforzar nuevas fórmulas que ya existen y cada vez son mejores.

Fomentar el turismo familiar y urbano rompe la estacionalidad. Al menos, la frena. El sol y la playa conservan su fuerza espléndida en la provincia pero cuando no aparezcan –aunque en esta Semana Santa han sido muy visibles y visitables excepto algunas horas de dos días– es preciso que brillen el resto de atractivos. De una gastronomía desbordante a un patrimonio monumental que pocas provincias tienen, pasando por el golf, entre otros deportes.

Son nuevas vías que permiten diversificar y reforzar los entornos de Chiclana, Tarifa, Vejer, Arcos, Jerez, Sanlúcar o Cádiz. A ese conjunto se suman los grandes operadores y los cruceros. Hay elementos de sobra para no temer a una tormenta. Mucho menos a un nublado.

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