Muchos millones en el aire

Cualquiera que se haya molestado en seguir el grado y los plazos de cumplimiento de los proyectos incluidos en los Presupuestos Generales del Estado sabe que sólo forman un guión, una base. Es un conjunto de cifras que, en el mejor de los casos, aporta esperanza pero pocas certezas. Con todo, es un documento esencial sobre el que trabajar, es el ineludible armazón de las administraciones públicas, el escenario en el que trabajan sus decenas de miles de funcionarios.

Aunque su fiabilidad y prestigio sean limitados, su ausencia resulta muy perniciosa. Nunca serán tan valorados como cuando no estén. Es el caso de un año en el que la inversión del Estado es incierta tras el cierre apresurado que el Gobierno central hizo de las cuentas a finales de julio.

Ese fue el último mes en el que se pudo licitar obra pública, de manera que lo que no tenga anuncio oficial no podrá llevarse a cabo hasta el año que viene. Es la primera vez desde que España tiene su actual sistema político que se adelanta tanto el cierre de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El objetivo de esa precipitación es controlar el déficit pero esa prudencia supone que Cádiz apenas pueda disponer del 10% del dinero público previsto en esas cuentas.

El nivel de obra pública es alarmantemente inferior respecto al del año pasado, cuando se superaron los 187 millones para la contratación de proyectos. Durante aquel primer semestre se acumuló el mayor nivel de la obra pública anunciada.

Pero un año después, con la parálisis del Gobierno –que sigue en funciones desde diciembre pasado y sin fecha para poner fin a la situación– el descenso de actividad en las grandes obras públicas es llamativo. De los 360 millones previstos entre el Estado, autoridades portuarias, Zona Franca, agencias estatales y Seguridad Social, apenas una tercera parte ha tenido una aplicación real. El resto ha ido a trabajos de mantenimiento, imprevistos y urgencias que surjan de aquí a final de año. El resultado de esta parálisis, preocupante para la provincia de Cádiz, es que quedan alrededor de 200 millones consignados en las cuentas que no se van a gastar.