Fernando Sicre

Márchense

Tengo en la mente la retransmisión de los debates en las Cortes en el año 1996

Fernando Sicre
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Tengo en la mente la retransmisión de los debates en las Cortes en el año 1996. La frase grabada para la historia era «Sr. González, márchese». El ponente-contrincante el Sr. Aznar. El objeto del debate la corrupción que asolaba al PSOE. Ahora la corrupción asola a toda la clase política de manera generalizada. El PP se lleva la palma en los últimos días. Observo como la candidata a la Secretaría socialista descarga su ira. Nada dice que siendo Consejera de la Presidencia, la Junta producía el mayor escarnio económico jamás imaginable: ERE y Formación. Aún irresueltos. El del autobús, posibilitó con la ayuda de otros, la financiación de una fundación que a su vez hizo las veces de sostén financiero para erigir un partido político.

Sí los financiadores son Venezuela e Irán entre otros, me echo a temblar. Debe ser como sí nos enroscaran una «tuerca» encasquillándonosla en el cuello. Por cierto, la «tuerca» se emite gracias a Irán y los Ayatolas. Pero no por todo esto dejan de ser patéticas e indecentes las imágenes sobre cargos del PP desfilando a prisión. En todos los partidos ocurre lo mismo en los casos de corrupción. Cierran filas en un gesto despreciable de sectarismo. Cuando lo normal sería arremeter con todas las fuerzas contra los sinvergüenzas. La única opción que justifica la actuación irracional de los partidos, es que el número de sinvergüenzas y vividores a costa del partido es de tal desproporción, que tirar de la manta, arrastraría a toda la organización. Pero, la TV es letal y lo único que queda son las imágenes retransmitidas. Los telediarios entrecruzan imágenes de las detenciones con las de los portavoces de los partidos. Éstos manifiestan su inflexibilidad y contundencia con la corrupción, pero el «hombre televisivo» asocia las dos imágenes, que archivadas en la mente serán pronto confundidas.

Pasamos de una opción del mundo en el que el saber se debía a las cosas leídas, a otro mundo, el de las cosas vistas. Leer exige reflexionar y a cuyo través formar una opinión. Entre ambos mundos está el de las cosas oídas. En los últimos cincuenta años la radio ha sido crucial en la formación de opiniones. Las cosas oídas siguen siendo una forma de lectura, que realiza el locutor y que es percibida por el oyente. Ahora la TV nos hace ver las cosas. La reflexión desaparece. El impacto de la imagen prevalece. He visto un debate-tertulia-televisivo ayer sábado y la secuencia de imágenes era la siguiente: Bárcenas, López viejo, Rato, Crespo, Bigotes, Rato, Correa, Aguirre, Granados, Rajoy, González, Rato, Aguirre, Cifuentes, Bárcenas, González…terminando el show con el Presidente del gobierno en un encuentro con las juventudes del PP, transmitiéndoles que había que hacer las cosas bien, ya que sí se hacían mal, no podían hacerse bien…Es el juicio sumarísimo contra un partido. Es el ‘tutu revolutum’. Sigo sin entender por qué el PP no se ha anticipado. Sigo sin entender por qué el partido ha puesto la menor objeción a la investigación. Sigo sin entender por qué se destruyó la información de los ordenadores en su día en Génova. En fin, no entiendo por qué el PP no acudió al juez una vez lo supo todo, auditoría en mano y a continuación lo expone públicamente. La pena de telediario, aunque retrasada en el tiempo será letal. Rajoy del que tengo la convicción es un buen hombre y además ha sido y es un buen Presidente del gobierno, se ha equivocado una vez más como presidente del partido.

Se equivocó con Bárcenas de manera explícita y ahora vuelve a errar por falta de contundencia y anticipación…La TV una vez más nos condicionará, poniendo en movimiento lo que hasta ese momento eran imágenes inmóviles. Revitaliza lo que hasta entonces era inerte. El hombre ha pasado a ser un animal ocular. Sabe que ve, pero ese ver no es saber. Los conceptos, necesarios para saber, solo influyen en el que reflexiona, porque lee y en su caso escucha. El que ve retiene solo imágenes y en las mentes irreflexivas y vacías, la capacidad de memoria es muy grande porque el uso es ínfimo. Por eso la imagen en el Congreso, espetándole Aznar a González, Márchese, es parte de la historia de España, reflejada en todas nuestras mentes. Habrá que aprender a anticiparse, porque la TV es imparable.

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