Javier Fornell

Los cachorros de Aznar

La Fundación FAES fue un campamento de verano para líderes de derechas. De allí surgieron Santi Abascal, Albert Rivera y Pablo Casado

Javier Fornell

La Fundación FAES fue un campamento de verano para líderes de derechas. De allí surgieron Santi Abascal, Albert Rivera y Pablo Casado, los cachorros de Aznar. Una camada de políticos dispuestos a comerse el mundo y alcanzar la presidencia sin complejos desde la derecha más ... clásica. Pero, poco a poco, han empezado a dispararse al pie.

El primero fue Albert Rivera, ya buscándose la vida en su nueva situación laboral de parado; después de fagocitar la esperanza naranja que supuso para muchos Ciudadanos. Y ahora, Pablo Casado ha hecho lo mismo. La deriva del PP desde hace años es errática; desde la salida por la puerta de atrás de Mariano Rajoy (la historia lo pondrá en su lugar) y el funeral programado para la que podría haber sido la primera presidenta de este país: Soraya Saenz Santamaría.

Ahora, en el PP las aguas vienen revueltas. Casado quiso tomar medidas contra la corrupción estructural de su partido; pero también ha querido eliminar a los líderes emergentes. Ayuso, con su populismo y sus gritos de libertad se ha convertido en la Juana de Arcos de la derecha; agrupando bajo su manto a un votante disgregado y disgustado con la moderación de Casado y los suyos; pero también arrancando votos a un VOX cada vez más poderoso. Y eso, con Ciudadanos de capa caída es lo mejor que le podría pasar al PP.

A la sombra, Almeida, el alcalde de Madrid, simpático y divertido, con una formación que pocos políticos españoles tienen y realmente inteligente para la política. Un animal político que puede ser el delfín del PP. Él, como Ayuso, es capaz de aglutinar a los votantes y, al contrario que Ayuso, sin sombras a su espalda. Y por eso puede resultar el gran vencedor de la cacería interna del PP. Una cacería que ya nadie puede negar y que ha terminado con Casado pegándose un tiro en el pecho.

Más allá de la ética o no de la intervención del hermanísimo en la compra de las mascarillas, no parece haber ilegalidad en el hecho. Y Ayuso, lista y dispuesta a seguir engrandeciendo su figura, ha salido al paso con la verdad por delante. En vez de esconderse, ha subido a la palestra sabiéndose / creyéndose inocente de corrupción.

Y, de fondo, el tercer cachorro de Aznar, Santiago Abascal riéndose como las hienas del rey león, sabiendo que su presa (España) cada vez está más cerca mientras el PP se desangra a la espera del congreso extraordinario convocado por un cadáver político. De ese congreso puede salir una nueva realidad. Y con una tendencia alcista para la derecha, la llegada de líderes no enfrentados personalmente y con ideas similares que aglutinan a la mayoría de los votantes conservadores puede conllevar un futuro gobierno PP-VOX.

Pese al miedo que desde la izquierda se trata de introducir, esta coalición de derechas puede ser positiva y recuperar lo mejor que ocurrió con la Alianza Popular de Fraga: eliminar la extrema derecha, que aceptaría la moderación para conseguir sus cuotas de poder. Además, (Ciudadanos y Unidos Podemos son el ejemplo), cualquier formación minoritaria que gobierna en coalición termina siendo absorbida por la fuerza principal. Y el tercer cachorro de Aznar también desaparecería.

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